Con su economÃa titubeante y las reservas atadas al cierre del litigio en Estados Unidos por la deuda en default, un ahorro en la factura energética suena a bálsamo para el gobierno de Cristina Kirchner, marginado del mercado internacional de crédito y obligado a cuidar cada dólar.
El petróleo cotizó a 55 dólares el barril esta semana y perdió casi 50% desde inicios de año. Un barril a 55 dólares representará en el 2015 2.500 millones de dólares menos de los 12.000 millones que gasta al año Argentina importando combustible, según estimaciones privadas.
Es un regalo del cielo si además se tiene en cuenta que el 2015 será un año crucial en lo polÃtico, en el que Kirchner dirá adiós tras dos mandatos consecutivos (2007-2011 y 2011-2015).
Sin embargo, el golpe al bolsillo de las petroleras supondrá complicaciones en los planes del gobierno que busca seducir inversores para Vaca Muerta en la provincia de Neuquén, 1.100 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.
Argentina cifra sus esperanzas de autoabastecimiento energético en esos 30.000 kilómetros cuadrados de suelo patagónico con un potencial de 27.000 millones de barriles, diez veces las reservas actuales del paÃs, según estimaciones de la Agencia de Información Energética de Estados Unidos.
Con la caÃda de los precios, "lo que se esperaba de inversión en Vaca Muerta vÃa contratos de asociación entre la estatal YPF y petroleras como la estadounidense Chevron entrará en un compás de espera", admite el exsecretario de EnergÃa argentino, Daniel Montamat.
Además de Chevron, la francesa Total, la alemana Wintershall, Dow Chemical, Exxon y Shell, entre otras, han puesto un pie en el segundo mayor yacimiento de esquistos del mundo, aunque en su mayorÃa con proyectos piloto y tÃmida inversión.
El precio de corte, debajo del cual se considera inviable la inversión, "fue establecido por YPF en 80 dólares por barril y ya estamos por debajo", señala el especialista.
Frente a un panorama sombrÃo para la inversión petrolera, "el gas puede ser una salida", estima Montamat, que presidió YPF antes de que fuera controlada por la española Repsol para volver en el 2012 a la gestión del Estado.
Argentina importa más del 50% del gas que consume y la mayor parte la compra a Bolivia a un precio que ronda los 10 dólares por millón de BTU. "Trasladado por barco llega a casi 15 dólares (mBTU), pero tenemos un precio interno de 3,90 dólares. Si corregimos ese retraso podemos hacer más atractivas las inversiones para el desarrollo gasÃfero", sostiene.
Un recorte en los millonarios subsidios al gas serÃa una medicina amarga para el actual gobierno, pero quizás digerible para el próximo que se elegirá en octubre del 2015.
"Lo estimo difÃcil, porque la mayorÃa del gas importado sirve para abastecer la generación de energÃa eléctrica", recuerda el economista Mariano Lamothe, de la consultora Abeceb.
En su opinión, si bien Argentina se beneficiará de la baja del crudo en su balanza de pagos, la caÃda enciende una "luz de alerta en la toma de decisiones de las petroleras que dependen de su cashflow (flujo financiero) para poder reinvertir".
La proyección de largo plazo para la explotación de Vaca Muerta resulta un resguardo de la volatilidad del mercado, según el ingeniero Juan Francisco Fernández, del Observatorio de la EnergÃa, TecnologÃa e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec).
Quienes vaticinan una merma de inversiones en Vaca Muerta "olvidan que se realizan en un perÃodo mÃnimo de cinco años, lo que demanda la curva de aprendizaje", sostuvo en un informe.
Fernández vaticina que la inestabilidad del precio "es temporal y no podrá afectar inmediatamente los futuros y todavÃa lejanos proyectos de exportación de shale oil argentino".
Sin embargo admite que el mayor emprendimiento en marcha, el que operan YPF y Chevron con unos 200 pozos verticales, fue proyectado con un crudo en 100 dólares, casi el doble del valor actual. ¿Resistirá?
Fuente: Diario RÃo Negro
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