El optimismo con el que Neuquén se prepara para el año petrolero en curso contrasta con el ánimo que atraviesa la industria del oro negro en el mundo. Los técnicos del Ministerio de Energía aclaran que sus proyecciones se basan "en los números" que las propias empresas presentaron ante la Secretaría de Energía de Nación: si nada cambia, la Cuenca Neuquina sumará 700 nuevos pozos antes del 31 de diciembre. La cifra es extraordinaria. En un contexto donde las grandes compañías petroleras del mundo revisan al detalle sus planes para los proyectos de petróleo caro, como los de shale, Neuquén superará las perforaciones de un año récord como fue el 2014. El año pasado, con precios internacionales para el barril que treparon por encima de los u$s 100, en todas las áreas de la provincia se perforaron 548 pozos.

Este año se proyectan 152 perforaciones más, una cifra que permitirá sostener e inclusive elevar el nivel de producción. Un milagro neuquino. El año que terminó hace casi tres meses tuvo como marca, no sólo para la actividad petrolera sino para todo el país, el despegue de Vaca Muerta. No es solamente que se la escuchó nombrar, lo que ocurrió fue que de 875 pozos que se hicieron en todas las cuencas nacionales, el 62% tuvo lugar dentro del territorio provincial.

Decir que seis de cada diez perforaciones (sumando exploración, avanzada, exploración y de servicios) se concentraron en la cuenca local sería, pese a lo significativo del dato, incompleto. A la cifra general debe agregársele que más de la mitad de las perforaciones en Neuquén fueron hacia objetivos no convencionales, tanto shale como tight. En total se realizaron 309 perforaciones no convencionales y 239 convencionales, según los últimos datos actualizados de la Subsecretaría de Hidrocarburos.

EFECTO SHALE

Esta semana un vocero del área confirmó el plan de pozos presentado por las compañías a la Secretaría de Energía de Nación. De los 700 informados, la mitad será no convencional. Entre estos últimos se incluye la continuidad de los desarrollos intensivos en Loma Campana, segundo yacimiento con mayor producción del país, y al menos otro cuatro pilotos que irán en busca de la formación estrella del país.

Pese a que las planillas fueron presentadas en diciembre pasado y la mayoría de ellas se encuentra bajo revisión, para el entorno del gobernador Jorge Sapag no suena descabellado que el número para este año sea superior al del año pasado. Y para explicarlo usan dos planteos: por un lado, el precio interno del petróleo denominado "barril criollo", que pese a que los dólares no pueden sacarse del país se fijó en u$s 77 y, por otro, la productividad que puedan entregar los 58 equipos de perforación que hay en la cuenca: "A un pozo por mes cada uno, en doce meses se alcanza el número".

Otro indicador en el que se apoyan los técnicos de gobierno para justificar su fe en la buena salud de la actividad en la provincia es la cantidad de equipos en general. A diciembre pasado en toda la cuenca existían 144 máquinas contando perforación, worckover, pullig y coilled tubing. Si bien aseguran que en la actualidad no se bajó instrumental, aquel número no fue el más alto del 2014, que tuvo en junio su mejor expresión con 70 equipos de perforación contra los 58 de diciembre.