En diálogo con surtidores.com.ar, el director del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo, Federico Bernal, aseguró que “el nuevo aumento de precios en los combustibles es un aspecto más de la estafa al pueblo argentino que se está llevando a cabo desde el Ministerio de Energía” y además consideró necesario que el sector de Estaciones de Servicio independientes tenga participación en las decisiones al respecto.

Es por ello que se mostró a favor que “la parte más débil de la cadena de la industria más poderosa del país, participe de las decisiones en materia de hidrocarburos como una herramienta para defender a los consumidores de los abusos de las petroleras y las políticas del gobierno”.

También comparó al Ministerio a la cabeza de Juan José Aranguren como “una cámara de empresas privadas” y alertó que en 2016, la compañía que antes presidía el funcionario fue la que más creció a nivel interanual en detrimento de YPF, que según su visión es una deliberada desaceleración de su producción petrolera y gasífera, cayendo su participación en el mercado para ambos hidrocarburos.

“La equiparación de los precios internacionales del barril de crudo respecto de la Argentina benefició especialmente a Shell, porque es la única petrolera que reviste el carácter de refinadora”, dijo Bernal.

El analista criticó también el acuerdo realizado entre el Gobierno Nacional y el Sindicato Petrolero  con el fin de avanzar en las inversiones para Vaca Muerta en recursos no convencionales.

Dijo que “el acuerdo va en línea con la intención del Gobierno de precarizar todos los convenios laborales y avanzar en las conquistas de los sindicatos de todos los sectores”.

Finalizó denunciando que los datos del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), obtenidos del Ministerio de Energía, confirman que el supuesto salvataje de Vaca Muerta no sólo se trató de una pantalla para aplicar el primer ensayo formal de flexibilización laboral a los trabajadores argentinos, sino también para cubrir un dato más que alarmante: la producción de petróleo en el acumulado enero-noviembre de 2016 registra la peor caída de los últimos seis años.