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La paradoja de Jevons y el gas natural en el siglo XXI

01/03/2018 | ARGENTINA | Actualidad | 440 lecturas | 31 Votos



Texto de Daniel Montamat




La tasa de intensidad energ茅tica mide la relaci贸n entre la unidad de consumo de energ铆a y la unidad de producto econ贸mico generado. 

En la d茅cada del 70, antes de la crisis petrolera, la relaci贸n promedio mundial era superior a 1.50. Con las sucesivas crisis petroleras y la preocupaci贸n generada por la emisi贸n contaminante de la combusti贸n f贸sil, la productividad del insumo energ茅tico en el proceso productivo fue aumentando y la relaci贸n qued贸 por debajo de la unidad (menos de una unidad de energ铆a por unidad de producto). El imperativo de reducir los gases de efecto invernadero para que la temperatura media del planeta no supere los dos grados cent铆grados respecto a sus niveles preindustriales obliga a una r谩pida convergencia a niveles de 0.5. Pero la menor tasa de intensidad energ茅tica que implica un uso m谩s eficiente del recurso energ茅tico, no significa que el planeta use ahora menos energ铆a per c谩pita que antes. 

El consumo de energ铆a ha crecido porque el mundo tiene m谩s habitantes y porque los habitantes disponen hoy de m谩s aplicaciones asociadas a la calidad de vida que usan energ铆a. El economista ingl茅s William Stanley Jevons en una obra emblem谩tica que titul贸 The coal question (1865) observ贸 que el consumo del carb贸n aument贸 en Inglaterra despu茅s de que James Watt introdujera la m谩quina de vapor alimentada con carb贸n, que mejoraba en gran manera la eficiencia del primer dise帽o de Thomas Newcomen. Desde la perspectiva econ贸mica era una suerte de paradoja, porque un recurso usado con mayor eficiencia deb铆a reducir su demanda. Sucedi贸, sin embargo, que las innovaciones de Watt convirtieron el carb贸n en un recurso usado con mayor productividad respecto a su costo, y esto hizo que se incrementara el uso de su m谩quina de vapor en una amplia gama de industrias. Jevons tambi茅n err贸 en sus pron贸sticos respecto a lo que cre铆a iba a ser una crisis de escasez del recurso a fines del siglo XIX, porque no imagin贸 a mediados del siglo XIX que la tecnolog铆a dar铆a un salto hacia la incorporaci贸n de otro f贸sil que terminar铆a desplazando el carb贸n: el petr贸leo.

Durante el siglo XX, con la entronizaci贸n del petr贸leo como recurso dominante de la oferta energ茅tica mundial, las aprensiones y pron贸sticos del economista ingl茅s volvieron a repetirse. Hubo quienes se sorprendieron por las inimaginables nuevas aplicaciones que tuvo este "aceite mineral" que al principio sustitu铆a con mucho m谩s eficiencia y menores costos la iluminaci贸n que proporcionaba el aceite de ballena. El petr贸leo salv贸 a las ballenas de una temprana extinci贸n, pero s贸lo algunos previeron al principio que el petr贸leo desarrollar铆a nuevas demandas y se convertir铆a en el combustible dominante del nuevo siglo. Con el crecimiento incesante de la demanda tambi茅n se dieron los pron贸sticos maltusianos sobre el agotamiento de las reservas y sus consecuencias sobre una estructura productiva que se hab铆a hecho adicta al consumo petrolero. 

En el siglo XXI empieza a discutirse el predominio del petr贸leo y se presentan opciones tecnol贸gicas en su hasta ahora dominio inexpugnable: el sector transporte. El mundo energ茅tico experimenta una transici贸n intraf贸sil (el gas natural sustituye al petr贸leo) mientras las energ铆as renovables aumentan poco a poco su participaci贸n en la matriz primaria y sobre todo en la matriz el茅ctrica. El gas natural sorprendi贸 hace unas d茅cadas cuando las plantas generadoras de ciclos combinados aumentaron significativamente la eficiencia del uso combustible en la generaci贸n el茅ctrica. Pero de nuevo, el uso m谩s eficiente del recurso, lejos de restar demanda (por reemplazo, por ejemplo, de plantas de ciclo abierto a plantas de ciclo combinado) gener贸 nuevas demandas (las plantas de gas empezaron a sustituir las de carb贸n). 

La tecnolog铆a del fracking ha habilitado la explotaci贸n de nuevas y enormes reservas de gas natural. Los pron贸sticos sobre su pico productivo han sido desplazados por las amenazas que las renovables insin煤an sobre el crecimiento de la demanda de gas. Sin embargo, es probable que hacia mediados de siglo el gas natural se erija como la primera fuente de energ铆a primaria desplazando al petr贸leo. Como nos ense帽a la historia, el uso eficiente del gas natural sumar谩 nuevas aplicaciones y con sumos, se intensificar谩 su comercio, y los mercados regionales converger谩n en un mercado mundial. Con los recursos de gas y la industria madura que ha desarrollado, la Argentina no puede estar ausente de semejante desaf铆o.

Fuente: El Cronista

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