CRUDO: WTI 81,62 - BRENT 86,25   |   DIVISAS: DOLAR 876,00 - EURO: 972,00 - REAL: 184,20   |   MINERALES: ORO 2.193,45 - PLATA: 24,82 - COBRE: 3,97


Transición y eficiencia, claves del diálogo

14/03/2018 | ARGENTINA | Actualidad | 1029 lecturas | 85 Votos



Comenzaron las reuniones del grupo de trabajo de Transiciones Energéticas. Oliver Waissbein, referente de PNUD, participó del encuentro y conversó con El Cronista sobre la importancia de la agenda. También, contó los requisitos para financiar el ODS 7.




Infraestructura para el desarrollo es una de las prioridades de la agenda de la presidencia argentina del G20. Los países miembro coinciden en que es necesario canalizar recursos para reducir el déficit en infraestructura, especialmente en los países emergentes. Este tema está estrechamente relacionado con la agenda energética, que necesita de la infraestructura para promover fuentes de generación renovables, eficiencia energética y acceso universal.

A diferencia de la presidencia alemana, este año la agenda climática quedó separada de la energética. En Hamburgo, el tema se había combinado en un único grupo de clima y energía, lo que generó la disconformidad de los Estados Unidos. El Gobierno de Mauricio Macri decidió separar los temas en dos grupos distintos: transición energética y sostenibilidad climática.

El grupo de trabajo de Transiciones Energéticas (ETWG, por sus siglas en inglés) del G20 es un foro de cooperación energética que funciona en el marco del Canal de Sherpas (los representantes de los líderes). Es presidido por el Ministerio de Energía y Minería de la Argentina.

Sus primeras reuniones se llevaron adelante el 22 y 23 de febrero, y el próximo encuentro será el 13 y 14 de junio en la ciudad de Bariloche. El grupo concluye en una reunión de ministros el 15 de junio.

La prioridad del ETWG es la transición hacia sistemas energéticos más flexibles, transparentes y limpios. Desde ahí, según informan en el sitio oficial del G20, la intención es promover el fortalecimiento de la eficiencia energética y las energías renovables, el acceso y asequibilidad a la energía en América latina y el Caribe, la reducción de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles, y la transparencia de la información del sector y digitalización de los mercados energéticos.

Durante las primeras jornadas de energía en el marco del G20, que se celebraron en Buenos Aires, se buscó iniciar el diálogo entre los países y los organismos internacionales de cara a la Cumbre de Líderes que tendrá lugar en noviembre.

Las reuniones contaron con la participación de representantes gubernamentales como el presidente Macri y el ministro de Energía Juan José Aranguren, y de organismos internacionales como BID, OCDE, IEA (International Energy Agency) y OLADE (Organización Latinoamericana de Energía), entre otros.

Paralelismo entre la agenda del G20 y la de Naciones Unidas Oliver Waissbein, especialista en finanzas energéticas en la unidad global de financiación del medioambiente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), viajó a Buenos Aires para representar al organismo en las reuniones. Durante su estadía, hizo un espacio en su agenda para conversar con periodistas sobre lo que aconteció en las reuniones y cómo percibe Naciones Unidas la agenda energética.

Waissbein destacó que la energía sostenible, fiable y asequible es un motor crítico para el desarrollo humano. Además, resaltó la labor de asistencia del PNUD a los países en desarrollo para realizar su transición energética: el organismo cuenta con una cartera de 160 proyectos en más de 100 países con un financiamiento directo de más de u$s 700 millones, principalmente del Fondo para el Medioambiente Mundial y del Fondo Verde para el Clima.

El especialista aseguró que los temas de trabajo elegidos por la Presidencia argentina están alineados con el Objetivo de Desarrollo Sostenible N° 7 (energía asequible y no contaminante) de la Agenda 2030.

“Las reuniones fueron muy prometedoras. Se llevaron adelante seminarios técnicos vinculados a los temas que la Presidencia argentina promueve: transiciones energéticas con énfasis en cómo la eficiencia y las energías renovables pueden combinarse en el futuro. También se puso foco en el acceso pensando en América latina. Los datos y la digitalización también fueron parte de las conversaciones”, comentó .

El referente del PNUD señaló que los países miembro del G20 se mostraron muy predispuestos a trabajar los temas que presentó la Presidencia nacional. Agregó: “Desde Naciones Unidas apoyamos que se trabaje en conjunto eficiencia energética y energías renovables”.

Waissbein contó que, en la reunión, se habló mucho de alcanzar las 3D: descentralización, digitalización y decarbonización.
“Actualmente, estamos pasando de sistemas energéticos centralizados a descentralizados.

Se pueden observar más colectores solares instalados en los techos y personas más comprometidas con generar energía en la casa o el trabajo. Por otro lado, la digitalización va a facilitar este proceso porque, a través de aplicaciones en los celulares, vamos a poder ver el consumo de energía. De este modo, se crean nuevos modelos de negocio y nuevas oportunidades”, desarrolló, al tiempo que se mostró muy interesado por el Plan RenovAR. “Creo que la Argentina puede inspirar a otros países con este proyecto”, marcó.

Actualmente, alrededor de 22 millones de personas en América latina y el Caribe no tienen acceso a la electricidad. “Países como Honduras y Haití tienen muchas necesidades en relación a la energía. En las reuniones se pensaron algunas propuestas sobre cómo resolver estos problemas”, afirmó Waissbein.

En esta línea, el Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en la Argentina, René Mauricio Valdés, comentó: “Hace mucho tiempo la ONU plantea la importancia de promover el acceso a la energía para todos. Debemos tener en cuenta que debe ser en proporciones mayores de energías renovables. Si el acceso es a energía que proviene de carbón y petróleo, seguimos con problemas”.

Como financiar el ODS 7 En opinión de Waissbein, se necesita de las inversiones tanto públicas como privadas para poder alcanzar los objetivos planteados por la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

En este sentido, planteó, el requisito de financiación para cumplir con el ODS 7 se estima en u$s 1 a 1.3 billones por año hasta 2030. Mientras se progresa hacia un financiamiento de mayor escala, los niveles actuales son significativamente menores a los esperados, ya que representan aproximadamente u$s 0.5 billones.

Según un informe de Naciones Unidas, el financiamiento para la energía sostenible involucra a muchos actores, incluidos públicos y privados, nacionales e internacionales.

El privado cuenta con una amplia gama de actores: casas de familia, empresas, bancos, mercados de capitales, inversores institucionales, proveedores de seguros y filántropos. “Si se quiere cumplir con el ODS 7, las finanzas públicas, que tienen ciertos límites, deberán atraer y combinarse con las privadas”, dijo Waissbein.

En relación a las renovables, se necesita alcanzar una financiación estimada entre u$s 0.442 y 0.65 billones por año hasta 2030. En 2016, la inversión fue de u$s 0.263 billones con las energías solar y eólica como tecnologías líderes. A su vez, la eficiencia energética necesita una inversión de u$s 0.56 billones por año para alcanzar el objetivo. Sin embargo, fueron de u$s 0.23 billones.

Por último, en relación al acceso, hay dos tópicos para observar: la electrificación y las cocinas. Las inversiones requeridas en electrificación universal para cumplir con el ODS 7 se estiman en u$s 0.052 billones por año hasta 2030. Estas son principalmente necesarias en India y África Subsahariana.

Hoy, los niveles de inversión son aproximadamente la mitad de esta cifra. Para lograr el acceso universal a combustibles limpios y tecnologías para cocinar se necesitan inversiones anuales por u$s 0.004 billones hasta 2030.

“Los gobiernos van tener que mirar más hacia la digitalizacion y van a tener que trabajar el tema de incentivos hacia los privados.
Uno de los principales desafíos para ampliar la energía renovable en los países en desarrollo es reducir los costos de financiamiento que afectan su competitividad frente a los combustibles fósiles”, concluyó Waissbein.

Fuente: El Cronista

1030 lecturas | Ver más notas de la sección Actualidad


NOTICIAS MÁS LEÍDAS de Actualidad