La naturaleza argentina ofrece en abundancia un metal que el mundo demanda con voracidad y cuyo mercado mundial promete duplicarse en la próxima década. La cordillera es la misma que se comparte con Chile y Perú, dos potencias cuprÃferas.
En el paÃs hay siete proyectos para la producción del cobre, con distinto grado de avance, que podrÃan producir lo suficiente como para competir en el escenario internacional, generando un importante volumen de divisas al paÃs.
Tanto el litio como el cobre son metales imprescindibles para la transición energética. Para contaminar menos, el mundo apunta a desarrollar más cadenas eléctricas que requieren de esos minerales para transportar energÃa y almacenarla.
Un auto eléctrico requiere cuatro veces más cobre que uno a combustión fósil y un parque eólico o solar necesita entre 3 y 5 veces más cantidad de ese metal que una central térmica convencional.
Según los pronósticos de las grandes trasnacionales mineras, el mercado mundial del cobre subirá de las actuales 25 millones de toneladas por año a 50 millones en el 2035, de las cuales 10 millones de toneladas hoy no tienen como satisfacerse.
MartÃn Pérez de Solay, de la australiana Allkem, precisó semanas atrás en el evento anual que el sector realiza en Buenos Aires (Arminera) otro dato de ese desafÃo: Estados Unidos tendrá en una década un déficit del 60% del cobre que necesita.
Pérez es el CEO de una firma australiana que acaba de aliarse con la norteamericana Livent para potenciar la explotación en el paÃs del litio, mineral crÃtico si el mundo es cada vez más eléctrico. Sin embargo, no pierde de vista el otro tesoro mineral. (...)
Fuente: ClarÃn
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