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Carrera a destiempo contra el shale

08/06/2015 | ARGENTINA | Medio Ambiente | 488 lecturas | 187 Votos



La secretaría de Ambiente tiene 45 inspectores para 6.000 pozos activos en la Provincia de Neuquén. Desde el 2010 hasta el primer trimestre del 2015 se remediaron 838.131,48 m³ de suelo afectado.




En tan sólo el primer trimestre del 2015 se remedió el doble del volumen de suelo tratado en todo el 2010. Incluso si se comparan los números iniciales de este año con todo el 2014 –que fue el despegue de Vaca Muerta–, se puede observar que ya se acumula la mitad de tierras afectadas. Es decir que el deseo del gobierno y las operadoras, aquel de que a mayor producción menor impacto ambiental, por el momento parece no estar encaminado.

El desarrollo de los no convencionales aumentó la presión sobre los organismos responsables del medioambiente. Las dudas sobre el impacto del uso masivo de la hidrofractura (fracking) multiplicaron las sospechas. Pero lo que más efecto tuvo fue el despliegue real de la reactivación petrolera en la Cuenca Neuquina.

Una huella que sumó miles de puestos de empleo, colapsó rutas, aumentó como nunca el número de equipos en campo y, por primera vez en años, mejoró la producción de gas y petróleo en Neuquén. En el 2014 la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Neuquén recibió para su evaluación 470 proyectos.

Principalmente corresponden a diseños de pozos (763) y, en menor medida, instalaciones (91). En los primeros tres meses de este año los proyectos sometidos a evaluación por las operadoras fueron 102 (de allí se desprende que 163 son pozos y 65 instalaciones). De cada diez pozos perforados en los últimos 18 meses, seis son no convencionales.

Ricardo Esquivel, titular de la Secretaría, destaca que el área a su cargo tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años. En el 2009 contaban con tan sólo tres vehículos. Hoy Ambiente tiene 41 rodados, dos furgonetas montadas como laboratorios para el análisis de aire y cinco camionetas destinadas el puesto de control in situ en el yacimiento Loma Campana de YPF, en Añelo.

Por ley la Secretaría tiene a su cargo la evaluación de impacto para cada nuevo pozo o locación. Se busca conocer las condiciones anteriores a la explotación y contrastarlas con las posteriores. Aquí el objetivo es la economía de movimientos, ajustar las superficies a los metros necesarios (120 metros cuadrados), reutilizar las picadas preexistentes, evitar accesos redundantes y respetar los cauces aluvionales, entre otros. En suma, reducir el impacto real.

Sin embargo Esquivel reconoce que el plantel con el que cuenta no es el suficiente. "Lo ideal para nosotros sería contar con tres inspectores por yacimiento. Algo que hoy no tenemos", explica el funcionario. En la Cuenca Neuquina hay unos 6.000 pozos activos y el plantel de la Secretaría –administrativos incluidos– asciende a 145, de los que sólo 49 son inspectores. Por eso la estimación es que, mínimamente, se necesitan otros veinte inspectores.

A VELOCIDAD SHALE

Anualmente los incidentes ambientales se cuentan en miles. Sin embargo, coinciden en la industria en que los denominados "severos" –como blowouts o grandes derrames– no superan los diez casos al año. En tanto los "moderados" o "leves" pueden superar hasta los 1.000 hechos.

En esta última categoría se incluyen desde las pérdidas mínimas hasta las más complejas. Una junta o una válvula de paso que pierde o, incluso, la pérdida de aceite de los motores de generación, todo debe informarse y la porción de suelo tiene que remediarse. "Hay en marcha un amplio plan de recambio de cañerías y reubicación. En la medida en que se cumpla veremos cada vez menos incidentes", explica Esquivel.

Entre los accidentes ambientales que se contabilizaron en los últimos años, se anota la repetición de hechos con desbalances de presión en los pozos. Para algunos, responde a las técnicas utilizadas para mejorar los tiempos de perforación (casing drilling), que son propias del no convencional, sin embargo para Esquivel tiene que ver con la capacitación de los operarios y el mejoramiento con la práctica: "Muestra de esto es que en los últimos meses no tuvimos nuevos desbalances con pérdida de hidrocarburos".

NUEVOS CONCEPTOS

Sobre los vacíos que existen se inscribe la cuantificación de la vegetación afectada. Actualmente se remedia pero no está dimensionada. Según Esquivel, éste es uno de los puntos sobre los que se busca avanzar en la nueva ley ambiental neuquina: "El proyecto está retrasado porque, entre otras cuestiones, estamos buscando incluir el concepto de biodiversidad que avanza sobre la cuantificación y calificación de la fauna afectada".

Fuente: Diario Río Negro

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