A menos de un mes de conocerse un incidente por el derrame de aguas ácidas del túnel del proyecto binacional Pascua Lama, en San Juan, la minera canadiense Barrick Gold informó sobre un nuevo cambio en la cúpula de la compañía. Como director ejecutivo en la Argentina, el máximo representante en el país, asumió Fernando Giannoni, quien ya trabajó para la empresa y que previamente desarrolló su actividad en la multinacional Monsanto.

Así lo anunció la compañía mediante un comunicado oficial, en el que también destaca que se analiza retomar la inversión en Lama, proyecto que no está en producción, ya que la justicia chilena ordenó detener Pascua Lama por contaminación ambiental.

En la Argentina, donde se iba a procesar la roca que llegaría a través del túnel que atraviesa la montaña, está pendiente el estudio ambiental, ya que el inventario dado a conocer por el Ministerio de Ambiente de la Nación indica que el emprendimiento se encuentra sobre un glaciar.

Barrick indicó que Giannoni se instalará en San Juan y que una vez arribado se enfocará en "asuntos corporativos, comunicaciones, participación comunitaria, asuntos legales y permisos". Siempre según la comunicación oficial, la compañía analiza una opción para retomar el proyecto Lama, frenado en 2013. Además, informaron que trabajarán en "inversiones continuas en la mina Veladero y otros programas de exploración en la provincia de San Juan".

"A partir de la identificación de oportunidades de crecimiento en la Argentina, es fundamental que tengamos los recursos necesarios disponibles en la provincia de San Juan para apoyar nuestro futuro. La experiencia de Fernando lo hace idóneo para fortalecer nuestra participación y construir alianzas relevantes y duraderas que nos permitan generar valor para todos nuestros grupos de interés en San Juan y en la Argentina", señaló el presidente de Barrick, Kelvin Dushnisky.

El incidente en el túnel Marcelo, que se llama así por Marcelo Ghiglione, ex secretario de Gestión Ambiental y Control Minero sanjuanino, mide unos cuatro kilómetros y por allí iban a llegar las rocas desde Chile para ser tratadas en la Argentina, en donde se obtendría el oro. Por ese pasaje se drena el agua que atraviesa la montaña y luego debe ser tratada en piletas especiales antes de ser volcada en el río Las Taguas.

Tras conocerse el incidente, la compañía informó que el túnel se cerrará y que esas tareas demandarán cuatro meses. Luego de conocido el suceso, una comisión del Ministerio de Ambiente de la Nación subió al emprendimiento y tomó muestras de lo ocurrido, que están siendo analizadas. Mientras tanto, San Juan debe realizar un nuevo estudio de impacto contrastando el inventario de glaciares. La Nación intentó comunicarse con las autoridades sanjuaninas para conocer el estado del trámite, pero no respondieron las llamadas.

Los representantes legales de la Asamblea Jáchal No se Toca presentarán mañana al juez federal Sebastián Casanello un escrito por el cual piden que se incluya en la causa que investiga el magistrado este nuevo episodio.

"El problema es que prácticamente todo el proyecto [Lama], de acuerdo con los documentos de la propia Barrick Gold, está ubicado en un gran ambiente periglaciar, protegido por la ley de glaciares. Se trata de una zona altamente inestable. Por eso, cuando abrieron el túnel, empezaron a drenar desde las paredes entre 32 y 170 litros de agua por segundo. Hoy, en Barrick Gold se estima que la cantidad de agua que fluye por las paredes del túnel es de entre 60 y 70 litros por segundo, en promedio", indican los abogados en la presentación.

Luego del peor derrame en la historia de la minería argentina, en septiembre de 2015 en Veladero, la Barrick cambió las autoridades. A fines de ese año, Juan Bautista Ordóñez, director ejecutivo de la compañía radicado en Buenos Aires y ex Roggio, asumió en la minera. Tras ocupar el cargo durante 13 meses, dejará la empresa para "enfocarse en otras oportunidades".