En los pozos cada equipo de trabajo trata de imponer sus reglas en una negociaci贸n particular con los representantes de las patronales en el territorio. La situaci贸n se la describi贸 a este medio una fuente calificada del sector empresario. Por ahora, los tire y afloje se han resuelto sin conflictos de magnitud, pero las empresas con intereses avanzados sobre la riqueza contenida en la roca de la famosa formaci贸n no pudieron aplicar los t茅rminos de la reconversi贸n laboral al ciento por ciento con los trabajadores que ya estaban desplegados en las explotaciones de hidrocarburos no convencionales con anterioridad a la confecci贸n de las nuevas reglas.

El sector empresarial no patear谩 el tablero mientras las demandas contra los t茅rminos de la adenda se mantengan en la marginalidad, como hasta ahora. Ir谩n resolviendo las situaciones particulares que se plantean, mientras los costos de esa resoluci贸n no excedan la l贸gica, evitando la profundizaci贸n de conflictos con los trabajadores e incluso las condiciones que puedan complicar la gesti贸n de la conducci贸n sindical.

La convicci贸n es que toda la situaci贸n se normalizar谩 cuando se consoliden las nuevas inversiones, que comenzaron a tomar color con el primer anuncio de asociaci贸n de YPF (en este caso con Shell) en la era Macri, conocido la semana pasada. Desde la petrolera deslizaron que como ese habr谩 al menos otros dos antes de fin de a帽o (ver recuadro).

Las empresas y el Gobierno lograron afinidad total con los gremialistas, principalmente con Pereyra, secretario general del Sindicato de los Trabajadores del Petr贸leo y el Gas Privado de Neuqu茅n, R铆o Negro y La Pampa y senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino. No obstante, el enorme poder sobre la estructura gremial del legislador nacional no impide que haya focos independientes dentro de la actividad y que algunos de estos tengan capacidad de generar conflictos e incluso de arrastrar al gremio a conflictos no deseados desde su c煤spide.

Con tal de no arruinar la laboriosa tarea que fue necesaria para llegar a un entendimiento entre las partes sobre la letra nueva del convenio colectivo para los no convencionales, las empresas y los gobiernos nacionales o provinciales han tratado de evitar una generalizaci贸n de los focos de conflicto marginales devenidos de las modificaciones a las condiciones laborales. Una de las m谩s costosas en t茅rminos econ贸micos para los trabajadores es la eliminaci贸n de las denominadas horas taxi, que refieren al pago como tiempo trabajado de los lapsos en los que los trabajadores van en camino al yacimiento. Esa metodolog铆a desapareci贸 con la adenda, pero en la pr谩ctica sigue vigente en algunos casos, refiri贸 una voz del empresariado a LM Neuqu茅n.

La denominada adenda al convenio estableci贸 cambios para abaratar la mano de obra de las empresas que deplieguen equipos de trabajo en la prometedora roca de la formaci贸n Vaca Muerta. Con una pol铆tica nacional que opt贸 por dejar el precio del producto librado a las fluctuaciones del mercado internacional con un plan para ir eliminando los subsidios que le dan un sost茅n nacional, los costos de la mano de obra adquirieron una trascendencia m谩s grande entre las variables que determinan la rentabilidad del negocio.

La adenda fue concebida para ser aplicada con car谩cter general a la actividad no convencional, pero a un mes del anuncio final de la firma del convenio cada empresa sigue tejiendo su estrategia particular con los trabajadores a su cargo. Esto en el caso de las empresas que ya tienen equipos desplegados en el amplio campo de existencia de Vaca Muerta. Los nuevos emprendimientos tendr谩n una ventaja para el sector empresarial, que se evitar谩 renegociar las condiciones que exist铆an hasta la firma de la adenda.

Legalmente, las empresas tienen la potestad de imponer las condiciones de la reconversi贸n del convenio de trabajo a sus dependientes, pero para evitar conflictos han venido negociando sin ruidos estridentes. Los conflictos en esta actividad tienen costos alt铆simos. Por eso, suele ser mejor una negociaci贸n cara que una confrontaci贸n que derive en la paralizaci贸n de las actividades, explic贸 un vocero del sector empresario. (...)