El ministro de Producción de la provincia de Santa Cruz, Leonardo �lvarez, viajó a Canadá junto a representantes de otras provincias argentinas, y en el marco del Consejo Federal Minero, con el objetivo de atraer inversiones extranjeras que permitan activar la producción minera en la provincia, según informa La Tecla Patagonia.

Según revelaron habría varios capitales internacionales interesados en invertir en la actividad minera en la provincia como Ocean Gold, Mirasol Resources y Leishon Resources y Newmont, que de aterrizar en la Patagonia, permitirían generar más de 4500 nuevas fuentes de empleo y reactivar las economías regionales.

La delegación provincial estuvo integrada por el presidente de Fomicruz, Ignacio Perincioli y el secretario de Estado Minería, Guillermo Bilardo. Se espera que en los próximos meses el desembarco de las empresas permita la reactivación del sector con nuevos proyectos de exploración en asociación con la empresa estatal minera.

La minería es una actividad que se encuentra en pleno desarrollo en Santa Cruz, con un notable aporte a la economía provincial y a las comunidades de la provincia. En este sentido, hace algunos días la empresa Pan American Silver, operadora de la mina Manantial Espejo, firmó un convenio con el Municipio de Gobernador Gregores (Santa Cruz), por el cual se destina una suma de hasta $ 40 millones de pesos para la constitución del Fondo de Desarrollo Social Manantial Espejo (FIDEME), destinado a la instrumentación de proyectos productivos, la creación del parque industrial, obras de infraestructura, programas de apoyo al emprendedorismo y la puesta en marcha de programas sociales de capacitación de la población.

Estos fondos se suman a los más de 7 millones de pesos que la empresa ya ha aportado a través de capital y créditos, oportunamente brindados para proyectos productivos, que fueran administrados por una agencia mixta de desarrollo creada para ello.

Del mismo modo, en el sector minero en general, reconocen que el clima para el fomento de las inversiones es favorable, y confían en que el contexto positivo que se da en Santa Cruz, pueda replicarse en el resto del país a través del Acuerdo Federal Minero. “Es una herramienta que establece reglas de juego claras, previsibles y uniformes para el sector. De esta manera, las inversiones pueden desenvolverse y las comunidades beneficiarse de ellas, no sólo a través de los ingresos que la propia actividad crea, sino también a través de instrumentos adicionales, como son los generados por las políticas de responsabilidad social�, aseguran los portavoces mineros.