La previsión inicial del Gobierno era subir los precios de gas, agua y transporte desde el 1° de abril. Pero luego se modificó esa idea inicial para modear el impacto sobre la inflación. El incremento del gas se concretará ahora y será para todo el país. Se estima que provocará un encarecimiento de entre 30% y 40% en las boletas del servicio.

La corrección en aguas (Aysa) se postergó para mayo, mientras que la remoción de algunas subvenciones a colectivos y trenes que circulan en Buenos Aires quedó postergada hasta nuevo anuncio.

Durante dos audiencias públicas, el ministro de Energía -Juan José Aranguren- planteó que aplicará una quita de subsidios en el precio del gas en boca de pozo. Se trata del importe del gas en si mismo. El aumento será del 21% para los clientes residenciales de categoría R1 y R2, mientras que subirá 10% para los clientes R3.

El costo del gas representa alrededor de un 40% de las factura, mientras que el servicio de transporte y distribución representa un 32% de la boleta, según explicó el ministro.

Con el incremento en boca de pozo ya definido, falta establecer el margen que percibirán las empresas por llevar el gas a hogares y comercios. Las compañías (como MetroGas) pidieron un cargo fijo de $ 250, que quintuplica los menos de $ 50 que están cobrando actualmente por ese concepto.

En la industria estiman que las boletas se encarecerán entre 30% y 40%, una cifra que también barajó Aranguren en declaraciones radiales. Sin embargo, el ministro esperará la venia del presidente Mauricio Macri para avanzar.

Aranguren señaló que el aumento que correrá desde el viernes será dividido en tres tramos: abril, noviembre (tras las elecciones) y abril de 2018. Así, busca que el efecto en el bolsillo sea más acotados. (...)