Aunque el posible aumento del combustible no es más que una serie de trascendidos, los estacioneros de la región siguen preocupados por su pérdida de rentabilidad y hablan de la posibilidad de cobrar un servicio de playa para poder sostener los salarios.

Marcelo Pirri, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustible de Río Negro y Neuquén, explicó que el incremento que tuvieron la nafta y el gasoil fue del 31%, mientras que los empleados cerraron su paritaria con un incremento salarial del 42%.

“A eso se sumó un 8% de suba en enero, pero fue sólo para recuperar lo que se había perdido el año pasado”, indicó Pirri, y aclaró que para hacer frente al costo salarial, los estacioneros evaluaron en su último congreso la posibilidad de cobrar entre 50 centavos y un peso por litro de combustible por el servicio de playa, tal como sucedía hace unos diez años.

Por ahora, las negociaciones salariales con los playeros tuvieron sólo algunos encuentros informales y aún no se han discutido porcentajes de incremento salarial. Para Pirri, el porcentaje debería ser menor al 20%, teniendo en cuenta tanto la proyección de la inflación como el acuerdo superior a la suba de precios acordada el año pasado.

En cuanto al valor de los combustibles, Pirri aseguró que la Cámara no tiene ningún tipo de incidencia en la formación de los precios, que se acuerda entre las petroleras y el Ministerio de Energía de Nación. “Hasta ahora no tenemos novedades sobre un posible aumento del precio”, remarcó.

Para el agenciero, es necesario realizar un incremento de los valores para sostener la rentabilidad. Sin embargo, lo más preocupante para el sector es la repercusión que tendrán los nuevos precios en un contexto de contracción de las ventas.

Según indicó Pirri, la venta de nafta tuvo una leve caída pero fue en el gasoil donde más se sintió la baja de las ventas, con una retracción de entre el 15% y el 20% a lo largo de 2016.

Como el gasoil es el principal insumo para los transportes ligados a la actividad productiva, la crisis en las economías regionales tiene un fuerte impacto en las estaciones de servicio.

“Se nota la mala situación que atraviesan tanto la actividad petrolera en Neuquén como la frutícola en Río Negro”, detalló Pirri.

Según aclaró, esta situación se repite en distintos puntos del país, donde el gasoil pierde clientes porque las actividades económicas requieren menos servicios de transporte. “También tienen muchas dificultades las estaciones de frontera; en Mendoza, por ejemplo, los camiones cargan el combustible en Chile porque es más barato”, remarcó el referente del sector, quien aclaró que las estaciones de la cordillera neuquina sufren la misma situación pero en menor medida, ya que los pasos no son tan transitados en algunos momentos del año.