El vértice de crecimiento de la industria del litio en el paÃs es real. “La Argentina ofrece una oportunidad de inversión atractiva debido a sus depósitos de litio de alta calidad y un Gobierno que apoya la producción eficiente en términos de costosâ€, destacó en esa lÃnea RuÃz Moreno.
Lo complejo es dimensionar el tamaño de la oportunidad. ¿Está la Argentina frente a la chance de convertirse en la nueva Arabia Saudita del litio?, como sostienen los más optimistas. A priori, parece una caracterización excesiva. ¿Cuán viable es el desarrollo en el paÃs de una industria de tecnologÃa para baterÃas que permita agregar valor a la actividad meramente extractiva? ¿Cuál es el beneficio económico que podrÃa reportarle al paÃs la explotación de litio en los próximos años? ¿Debe el Estado ponerse al frente del desarrollo a partir de la creación de una empresa estatal, como sucedió en una provincia argentina? Son interrogantes que conviene empezar a sopesar.
Daniel Meilán, secretario de MinerÃa de la Nación, recomienda la cautela. “Es cierto que existe un gran interés de inversores internacionales en llegar a la Argentina para explotar proyectos de litio. Como sucede en estos casos, hay empresas idóneas con un plan a largo plazo y otras que arriban con fines especulativosâ€, analizó en diálogo con EconoJournal.
Toda la oferta doméstica de litio se coloca en el mercado internacional ante la falta de industrias locales que consuman el producto. Las exportaciones de carbonato facturaron u$s 191,1 millones el año anterior. Por lo que en el Ministerio de EnergÃa estiman que las ventas de litio al exterior podrÃan reportar ingresos por alrededor de u$s 800 millones anuales a partir de la próxima década.
La ampliación global del mercado de litio gira en torno a dos vectores: la penetración de los autos eléctricos y el desarrollo de megabaterÃas para almacenar la energÃa generada por fuentes renovables como la eólica y la fotovoltaica, la mayor apuesta de la industria eléctrica que podrÃa significar una verdadera revolución en el sector. Hoy por hoy, el del litio es negocio más bien pequeño.
El año pasado, el consumo global de carbonato de litio ascendió a las 201.000 toneladas. La Argentina cubrió un 16% de ese volumen. En total, la facturación total del mercado en su conjunto no superó los u$s 1800 millones. Es un número modesto si se lo compara con las cifras que mueve el negocio petrolero. Sólo YPF, por ejemplo, invertirá este año cerca de u$s 4000 millones; más del doble de lo que facturó el negocio global del carbonato de litio.
Fuente: Econojournal
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