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Carlos Ormachea: “Vaca Muerta puede cambiar la historia de la energía en la Argentina”

24/05/2017 | ARGENTINA | Actualidad | 484 lecturas | 28 Votos



Entrevista con Carlos Ormachea, CEO de Tecpetrol




Tecpetrol acaba de anunciar una inversión de u$s 2.300 millones en su área Fortín de Piedra. De acuerdo con lo expresado por el titular de la petrolera, Carlos Ormachea, en el transcurso de 2019 el bloque aportará un 10% de la oferta gasífera total del país.

Desde Tecpetrol se cree que Vaca Muerta tiene el potencial de cambiar la historia de la energía en la Argentina. “No casualmente venimos trabajando en las áreas que manejamos allí en la ventana del gas y del gas húmedo, invirtiendo en exploraciones para evaluar con qué recursos contamos y cómo ponerlos en valor”, asegura el CEO de la empresa, Carlos Ormachea, en diálogo con este medio. El foco de la compañía dentro de la formación no convencional, comenta, estará inicialmente puesto en Fortín de Piedra, el área más estudiada hasta el momento. “Es, asimismo, la más cercana a la infraestructura existente. Pero una vez que la pongamos en producción, seguramente encararemos el desarrollo de las demás”, anticipa. En los últimos tiempos, explica, se conjugaron tres factores que tornaron viable esta inversión. “En primer lugar, hace ocho meses cerramos con la provincia de Neuquén un acuerdo de concesión de recursos no convencionales bajo el nuevo marco de la Ley de Hidrocarburos por 35 años, lo cual amplió nuestro horizonte inversor como para encarar un proyecto de esta magnitud”, enfatiza.

En segunda instancia, en tanto, el directivo destaca el convenio sellado en febrero de este año por el Gobierno nacional, la provincia, las empresas y los sindicatos de la cuenca Neuquina a fin de mejorar la productividad en todas las actividades del sector. “Finalmente, en el pasado mes de marzo –a través de una resolución del Ministerio de Energía– quedó definido un marco regulatorio y un sendero de precios para el gas no convencional durante los próximos cuatro años”, subraya. Estos tres factores crearon las condiciones para invertir en Vaca Muerta. “Y como estábamos preparados, porque ya veníamos explorando, decidimos rápidamente pasar a la fase de desarrollo”, señala.

¿Qué importancia tiene este anuncio para Tecpetrol y para el país?

Para nosotros es un proyecto sumamente importante, ya que en esta primera etapa involucrará una inversión de u$s 2.300 millones hasta fines de 2019.

Se trata de una iniciativa desafiante, porque nos hemos impuesto objetivos muy ambiciosos. Queremos alcanzar el plateau de producción (de más de 10 millones de metros cúbicos –m³– diarios) en el primer trimestre de 2019. Estamos hablando de aproximadamente un 10% de la producción gasífera argentina. El impacto en la oferta nacional será notable.

Es sabido que el país hoy presenta una matriz energética deficitaria y que está importando grandes cantidades de gas natural desde Bolivia y de gas natural licuado (LNG) por barcos. Vamos, en definitiva, a contribuir con la paulatina recuperación del autoabastecimiento energético perdido. El emprendimiento también significará una enorme oportunidad laboral, ya que cuando el proyecto esté a régimen, se habrán creado unos 1.000 puestos de trabajo directos (incluyendo personal propio y de contratistas que trabajarán todos los días en el campo), más aproximadamente el triple de trabajos indirectos asociados. Adicionalmente, implicará una significativa inversión en materia de infraestructura, lo que a su vez generará nuevos puestos de empleo vinculados con la construcción.

¿En qué medida se beneficiará la cadena de proveedores?

Mucho, porque la cadena de valor del gas tiene una altísima integración local (1 megawatt – Mw– generado por un ciclo combinado con gas de Vaca Muerta presenta casi un 70% de contenido local). Esta elevada integración nacional se traduce en más trabajo, actividad e impuestos dentro del país, además de favorecer el ahorro de divisas. Y el impacto no se limita al lugar donde se ejecutan las perforaciones, sino que alcanza a toda la Argentina. Un ejemplo lo tenemos en Tenaris y Siderca, que en Campana (provincia de Buenos Aires) incorporó a 400 empleados como respuesta al aumento de la demanda en el mercado, local e internacional.

¿Qué debe esperarse de Vaca Muerta para los próximos años?

La industria en su conjunto va a motorizar un proceso de inversión en la formación que próximamente jugará un papel determinante para el aumento de la actividad económica y el crecimiento de la Argentina. Creemos que Vaca Muerta se erigirá como opción muy atractiva para suplir el déficit de energía primaria y combustibles que se observa en el Cono Sur (no sólo en la Argentina, sino también en países como Chile, Uruguay y Brasil). Si tenemos éxito en el desarrollo de estos recursos de clase mundial, contaremos con una fuente energética abundante y competitiva para los consumidores residenciales e industriales de la región. El desarrollo masivo de Vaca Muerta puede, sin dudas, impulsar el crecimiento a mediano y largo plazo. Tiene la capacidad de congregar una masa crítica de inversiones que no se avizora en otras actividades. En un escenario de desarrollo masivo de los recursos, puede pensarse en inversiones. Me refiero a desembolsos anuales de unos u$s 10.000 millones por varios años (sin sumar las obras de infraestructura necesarias); es decir, el equivalente a un 2% del Producto Bruto Interno (PBI).

¿Cuáles son las principales apuestas hidrocarburíferas en el extranjero?

Seguimos participando en los bloques de Camisea, en Perú, y mantenemos contratos de servicios petroleros con la empresa nacional en Ecuador. En México, donde tenemos una larga y positiva experiencia en la producción hidrocarburífera para Pemex, estamos migrando nuestro contrato en la Cuenca de Burgos, en el límite con Estados Unidos y, nos preparamos para participar en las oportunidades que se ofrezcan en campos maduros on shore, ámbito en el que tenemos buena experiencia para crear valor. En Colombia, en tanto, hemos tenido descubrimientos interesantes y prevemos avanzar en el desarrollo de un campo petrolero. Demoramos esta inversión porque los precios estaban muy deprimidos, pero con un barril de entre u$s 50 y u$s 60 el proyecto vuelve a ser viable.

Fuente: Revista Petroquímica

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