Mayo llegó con noticias alentadoras para el sector de las Estaciones de Servicio. Es que después de nueve meses volvió a crecer el consumo de gasoil al público impulsado por el freno de la caída de la demanda del diesel Grado 2 y el gran crecimiento de la variedad Premium.

De acuerdo a datos del Ministerio de Energía, ese mes la venta en Bocas de Expendio (G2 y G3) alcanzó los 645.000 metros cúbicos, superando en 8.000 al mismo período del año anterior. Incluso marcó el registro más alto de 2017.

Sin embargo este volumen representa la mitad del caudal total que se consume en el país. El resto de los litros se despachan a través de canales directos que las empresas petroleras mantienen con los grandes consumidores sin pasar por el mercado minorista.

Uno de estos segmentos es el agro, que por el aumento del área sembrada y la mayor producción total, el consumo de gasoil de la cadena granaria (considerando el traslado hacia los puertos) en la campaña 2016/2017 terminará creciendo un 11 por ciento en volumen versus el ciclo anterior.

El transporte de carga es otro de los rubros que logró gran expansión durante este mes. Según datos oficiales, la demanda interanual de gasoil se incrementó 38 por ciento aunque la mayoría de los despachos también se concretaron a través de mecanismos de compra promovidos por las grandes compañías.

Esta situación viene siendo advertida desde hace tiempo por los expendedores quienes exigen el control de la actividad mayorista. Explican que la apertura de las importaciones promueve entregas a sectores productivos a precios de hasta 30 por ciento menores a los que suministran a los estacioneros.

En ese sentido, los empresarios denuncian que a causa de esta cuestión ya hubo numerosos cierres de bocas, especialmente en los pueblos más recónditos donde el único sustento es la actividad del campo.