Para conocer los primeros movimientos de Pan American Energy Group (PAEG) habrá que esperar hasta los primeros meses de 2018 cuando se oficialice la integración de las compañías. Sin embargo el coordinado operativo de comunicación para dar a conocer la fusión ya abrió la danza de las especulaciones.

El surgimiento de la principal petrolera integrada de capitales privados –YPF es de mayoría estatal– alertó a sus competidoras. Uno de los segmentos que espera conocer sus movimientos es el del downstream.

Ante el escenario de precios bajos para la extracción de petróleo – PAE es la principal productora de crudo– el negocio de los combustibles se transformó en un refugio rentable para las operadoras. En esta fusión la primera señal clara es el desembarco BP en el mercado de la refinación en el país.

Actualmente Axion tiene un 15% de la cuota de los surtidores nacionales (Paraguay 6% y Uruguay 20%) con 751 estaciones de servicio. Fuentes de la compañía aseguran que tras la reconversión de las primeras estaciones (llevan 300) la respuesta de los consumidores y propietarios fue muy positiva.

Sin embargo los últimos datos oficiales mostraron, al igual que YPF, una pérdida de mercado ante Shell.

Con el negocio de combustibles con precios mas compactos entre las distintas marcas, la empresa que dirigen los Bulgheroni ve un campo abierto para mejorar la participación y los ingresos. Con este objetivo avanzan en la ampliación y modernización de la refinería de Campana donde invertirán 1.500 millones de dólares para incrementar la capacidad de tratamiento en un 60%.

Hay dos opciones que abren la puerta a una ampliación de mercado para la flamante PAEG: nuevas estaciones locales y la llegada de sus combustibles a otros destinos donde actualmente PAE tiene activos como México y Bolivia.

En el territorio nacional hay dos compañías cuyas expendedoras tienen dudas: Shell y Petrobras. La firma angloholandesa podría desprenderse de su red de estaciones y una refinería en el corto plazo. En tanto los surtidores que, pese a la salida del país, tienen aún los colores de la petrolera brasileña no descartan lucir un cartel más competitivo.

Pero lo que podría cambiar todo sería un ingreso al desregulado mercado mexicano, donde la compañía llegó este año como operadora. Una de las socias de la fusión (BP) ya tiene estaciones de servicio en ese país.