Indicó que existe mucho descontento de la comunidad con la Intervención y que la conferencia brindada por Zeidan dejó mucho que desear.

Cristán Méndez tiene toda una historia familiar, como muchos mineros, ligada a Río Turbío y a su empresa minera, YCF, hoy Yacimiento Río Turbio (YCRT). 

Es hijo del reconocido dirigente de los trabajadores Silverio Méndez, fallecido en la tragedia de 2004 que se llevó la vida de 14 mineros en Río Turbio. Hoy le toca atravesar la incertidumbre que viven él y sus compañeros de la empresa de la Cuenca carbonífera, ocasionada por los 500 despidos y los ajustes anunciados por la Intervención que lidera Omar Zeidán. 

En diálogo con "Arriba el Día" de Radio Nuevo Día, se manifestó sobre la actualidad del conflicto y lo que el considera como el futuro  imprevisible de YCRT. 

Una de las cosas que se han señalado desde el inicio de este conflicto en la Cuenca, es el enojo de parte de la comunidad contra la figura del interventor Omar Zeidan, quien permanece por estas horas en Buenos Aires, particularmente por ser alguien nativo del lugar y haber tomado la drástica decisión de los 500 despidos contra trabajadores de YCRT. Sobre esto Méndez indicó: "Es hijo del pueblo, ahora es el verdugo del pueblo. El daño psicológico y moral que ha causado a la gente es irreversible.  Esa conferencia de prensa fue un mamarracho, volviendo sobre lo mismo: el robo del kirchnerismo. Con eso el primer año fue suficiente, pero ya el segundo año ver que en la mina no había una dirección o un rumbo, a la gente no te la ganás con eso".

Respecto a la conferencia de prensa que el Interventor brindó hace algunos días, en la que se encontraban algunos periodistas de Río Turbio y algunos de Río Gallegos (a los que se les habría abonado viaje y estadía) indicó: "En esa conferencia, la gente esperaba otra respuesta;  Ya que tanto hablan de los mineros, por qué despidieron tanta gente de mina. Incorporar nuevo personal no la preparás en menos de 6 años. Fue por la parte de la producción la gente de mina y de galería secundaria". "Yo todavía no recibí el telegrama, ya hice la catarsis de que si me llega tendré que seguir adelante. Lo que preocupa es que no hay un objetivo claro, no hay una proyección de lo que va a pasar. No sabemos a qué apuntamos. Hoy despiden 500 y el día de mañana no sabemos si vienen 500 más. La Usina está parada. Recordemos también el presupuesto cuándo asumieron, las inversiones en la empresa y en la usina. Eso me hubiese gustado qué explique, esa conferencia dejó mucho que desear" agregó.

Una de las cosas que se manifestó desde la conducción de la empresa es que hay sueldos que rondan los 100 mil pesos, justificando con esto la necesidad de reducir costos, bajar salarios y cambiar el convenio Colectivo, para que YCRT pueda seguir funcionando. 

Este punto indignó a Méndez, quien manifestó: Estaría bueno aclarar quiénes son los que ganan 90 mil pesos. Reconozco que hay algo certero que dijo el interventor cuando dijo que hay gente de superficie que gana más de 100 mil pesos, pero estaría bien que aclare quién. Yo no estoy llegando a los 50 mil pesos, ojala que la gente que entra a la mina ganara eso, hay que estar ahí, es un trabajo riesgoso, hay muchas condiciones que te limitan para el futuro. Hay gente que gana 100 mil pesos, gente que él puso a cargo. Ha inventado puestos para favorecer a grupos políticos.  Esa gente percibe un buen sueldo pero no lo justifican desde su labor. Hay gente que trabaja desde su casa, creo que eso no se justifica. Es la gente que él puso a cargo “a dedo”.

"Hay gente con buen cargo que opera desde su casa, da la orden por teléfono y listo. Si todos los santacruceños y argentinos estuviéramos al tanto de todo esto, la discusión se daría por otro lado. Sería otro el eje de la discusión" expresó.

indicó que, en cuanto a la labor del minero "no se ha mejorado en cuanto a seguridad o condiciones laborales desde hace más de 20 años. “No sé de qué habla la intervención cuando habla de cuidar el recurso humano” agregó. 

“El discurso del primer año, de ‘ se robaron todo’, después del segundo año la gente reaccionó cuando vio que las medidas repercutían en el trabajador. Ha llegado el momento en que el país se encuentra en la misma situación. Eso ha llevado a nacionalizar la lucha. Varios sectores hoy están afectados. Hablar del amina es hablar de la subsistencia de dos pueblos" finalizó.