Según sus ejecutivos, necesitan mejorar su eficiencia para garantizar un nivel de rentabilidad que permita atraer nuevas inversiones.
Las empresas de servicios especiales de fracturación y completación de pozos hoy transitan la senda del crecimiento que marca el desarrollo de Vaca Muerta. Pero, al mismo tiempo, la vivacidad del mercado de los Estados Unidos presiona sobre la demanda de equipos de fractura. En ese marco, las firmas que operan en la Argentina se enfrentan al reto de disputar una oferta rezagada contra sus pares norteamericanos. Cómo lograr una mayor competitividad es el interrogante que los altos mandos de Schlumberger, Halliburton, Weatherford y Baker Hughes respondieron en un panel de debate que formó parte del VIII Seminario Estratégico 2018, organizado en Buenos Aires entre el 15 y el 16 de mayo por la Society of Petroleum Engineers (SPE).
En la Argentina, las etapas de fractura aumentaron de 5.000, en 2016, a 6.000, en 2017. Asimismo, se aguarda que este año cierren en 7.800, en función de la incesante labor de Tecpetrol en FortÃn de Piedra. A partir de la información de cada compañÃa sobre los equipos de perforación en camino, se estima que se alcanzará un total de 10.500 en 2019. Asà lo cree Miguel Di Vincenzo, vicepresidente de TecnologÃa y Ventas Globales de EcoStim, cuya palabra especializada desde Houston (Estados Unidos) sumamos a la discusión.
La demanda para este tipo de empresas sube año a año entre un 40% y un 80%, en palabras de Mario Mochkofsky, vicepresidente de Weatherford. «El rig count ya alcanza los 24 equipos en perforación. Para 2019 pretendemos un mÃnimo de 35 y un máximo de 44, según se cumplan los proyectos anunciados», puntualiza. El directivo agrega que la planta que la firma posee en Córdoba aumentó la producción, de la cual exporta un 40%, y que está en estudio la ampliación del porfolio de más de 300 artÃculos de uso para la industria, como collares, cementación y centralizadores. Halliburton, por su parte, duplicó su provisión de apuntalantes en 2017. «Proyectamos un alza anual de un 30% en este 2018», anticipa su vicepresidente Jorge Rivera.
Sin embargo, las firmas de servicios petroleros deben competir directamente contra las estadounidenses por los equipos de fracturación. «La plaza norteamericana no sólo está muy activa, sino que –debido a la última crisis del sector en 2016– arrastra una demora en la fabricación de nuevos equipos de fractura y en el rebuilding de los existentes», destaca Di Vincenzo. Mientras que unos 450 equipos perforaban objetivos de petróleo y gas en el territorio estadounidense hace dos años, hoy ese número asciende a 1.050. En ese sentido, de los 14 millones HP con los que se operaba antes del parate, la recuperación sólo pudo contar con 10 millones, ya que los equipos habÃan sido exigidos hasta el lÃmite. (...)
Fuente: Econojournal
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