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La muerte acecha a los mineros del carb贸n en el norte de Marruecos

03/01/2018 | INTERNACIONAL | Seguridad | 2269 lecturas | 96 Votos



Cientos de mineros informales de la regi贸n carbon铆fera de Yerada, en el noreste de Marruecos suspendieron su trabajo tras la muerte de dos de ellos el viernes pasado, para denunciar una actividad que cada a帽o se cobra varias v铆ctimas.




Seg煤n cifras oficiales de las autoridades locales, al menos 17 trabajadores perdieron su vida en las minas desde 2003.

Por su parte, el representante regional de la Confederaci贸n Democr谩tica del Trabajo (CDT), Abdelilah Laaraj, dijo que un total de 43 de personas murieron en accidentes de minas clandestinas desde 1998.

Por su parte, Ahmed Mojtari, habitante de Yerada y minero veterano, lament贸 los m煤ltiples riesgos que enfrentan los obreros.

"Aparte del riesgo para su vida al que se enfrentan estos trabajadores a diario, no hay ni una familia en Yerada que no tenga m谩s de un miembro afectado por silicosis", explic贸 a Efe Mojtari.

La neumoconiosis o silicosis parece la "bestia negra" de los habitantes de esta ciudad carbon铆fera, y pese a que cuenta con un centro hospitalario de la misma especialidad, los obreros jubilados se lamentan de que los afectados por la enfermedad reciben pocas indemnizaciones.

Yerada es una ciudad obrera que fue construida en los a帽os veinte del siglo pasado tras el descubrimiento de yacimientos carbon铆feros. Los habitantes consultados por Efe coincidieron en que la zona vivi贸 un auge econ贸mico y cubr铆a un 45 % de las necesidades energ茅ticas del resto del pa铆s.

La crisis econ贸mica comenz贸 en 1998, a帽o en el que cerr贸 la sociedad "Charbonnages du Maroc" que operaba en la zona por los costes altos y al percatarse que le sal铆a m谩s rentable importar el mineral desde fuera que producirlo.

Desde entonces, los miles de mineros que trabajaban en la empresa optaron por el 茅xodo hacia otras regiones en busca de alternativas, y muchos otros prefirieron dedicarse a la extracci贸n artesanal de minas clandestinas.

Esto ha acarreado la aparici贸n de una multitud de minas artesanales dispersas en las afueras de Yerada, cuyos habitantes diferencian cada zona seg煤n el espesor de la antracita extra铆da y la profundidad del pozo que, puede superar los 80 metros.

Estos agujeros constituyen el fruto de un trabajo que dura al menos un a帽o de excavaci贸n hasta el descubrimiento del mineral; ocurre tambi茅n que las excavaciones sean en vano si no se encuentra al carb贸n o tras el afloramiento de agua, pues la zona dispone de la mayor reserva de acu铆feros subterr谩neas del norte de 脕frica.

Abdelfattah, J谩led y Belqasem son algunos de los j贸venes de la zona que se dedican a la extracci贸n de carb贸n por 100 o 150 dirhams (unos 13 euros) al d铆a, recuerdan el miedo que pasan dentro de los pozos y agradecen la suerte de salir vivos tras cada d铆a de trabajo.

"El minero del carb贸n trabaja pero tiene siempre el riesgo de que se desprenda el pozo, o de ser arrastrado por una fuerte corriente de agua o de morir asfixiado por una fuga de gas. Cuando bajamos no sabemos si vamos a volver o no", explicaba a Efe Abdelfattah Chahlal desde la llamada zona "Pozo F", de unos 40 metros de profundidad.

Con medios rudimentarios, Abdelfattah entra al pozo, donde permanece casi todo el d铆a para sacar carb贸n y llenar grandes sacos de unos cincuenta kilos con el fin de venderlos a los mayoristas, una operaci贸n en la que participan al menos cinco personas.

"Si no trabajas en las minas, no tienes nada que comer. No existe otra alternativa", coment贸 por su parte a Efe Jaled, otro habitante de Yerada que se dedica a la miner铆a.

Los mineros suspendieron su actividad en los 煤ltimos d铆as en protesta por la muerte de dos hermanos, de 23 y 30 a帽os, que quedaron atrapados en un pozo.

El accidente desat贸 un movimiento de protestas sociales y sac贸 a diario a miles de personas a la calle para denunciar el abandono en el que vive su zona.

Estas protestas se intensificaron con la incorporaci贸n de manifestantes de otras comarcas cercanas a Yerada.

Las principales reivindicaciones se centran en pedir alternativas econ贸micas y sostenibles para la zona y tarifas reducidas en las facturas de agua y luz para una zona que produce energ铆a.

Seg煤n varias fuentes sindicales y pol铆ticas, la provincia de Yerada, de m谩s de 108.000 habitantes, tiene las tasas m谩s altas de desempleo de Marruecos, con m谩s del 24 %.

Fuente: El Diario

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