Aunque, hasta el momento, los resultados fueron menos satisfactorios de lo esperado, YPF, la petrolera de Repsol y la familia Eskenazi, tiene previsto continuar con su plan de búsqueda de crudo y gas en el mar argentino. Esa iniciativa la llevará hasta las costas de Mar del Plata el año que viene.
En la Cuenca Colorado Marina –así se define al área marítima frente a la ciudad balnearia–, la ex estatal tiene previsto comenzar con los estudios sísmicos y realizar la perforación de pozos –es el último paso necesario para comprobar la existencia de hidrocarburos– a finales del año próximo.
De esa manera, culminará un plan de inversiones de u$s 336 millones que comenzó este año con la búsqueda de crudo en el mar del Golfo San Jorge, frente a las costas de Chubut, y continuará hacia principios de 2010 con la exploración en la Cuenca de Malvinas, en el sur del país.
Si bien reviste un alto riesgo geológico, el proyecto de Mar del Plata también entraña expectativas importantes para la ex estatal. Sucede que es una iniciativa en aguas profundas, donde los técnicos de la empresa estiman que podría haber hasta 1.951 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Como parte de ese plan, YPF finalizará en este mes la perforación del último de cuatro pozos en el mar de Chubut. Hasta el momento, los resultados “están por debajo de las expectativas”, reconoce Víctor Pelayes, encargado de relaciones con la Industria y miembro de la Dirección de Exploración de la compañía, con más de tres décadas en las huestes de la empresa.
Pero se apura en aclarar: “El primer pozo registró vestigios de petróleo. Además, estos trabajos sirven para obtener más datos que son importantes en el futuro”. Así lo confirma en medio de una recorrida por el Ocean Scepter, una plataforma que la empresa contrató para realizar las primeras perforaciones en el mar, luego de tres décadas sin intentos.
Ese es el proyecto Aurora, que heredó su nombre de una cartógrafa patagónica que aún trabaja en Comodoro Rivadavia. Las otras dos perforaciones –Silvia y Elizabet– también le rinden homenaje a mujeres.
UN MOBY DICK DE ACERO
El Ocean Scepter es una mole de acero y puntillosa ingeniería que se erige en medio del mar, pesa unas 10.000 toneladas (tanto como 3.500 locomotoras, 26 aviones Boeing 747 ó 10.000 autos) y tiene un único objetivo: posarse por encima de los 90 metros que separan a la superficie del lecho marino para hacer llegar hasta el fondo del mar un tubo que perfore la tierra. A partir de allí, debe excavar unos 1.500 metros más para determinar la existencia o no de hidrocarburos.
El aparato aloja a 120 almas dedicadas por completo a esta tarea –el proyecto incluye en total a más de 300 personas– que obedecen a estrictas reglas de seguridad y se entretienen con Internet Wi Fi, televisión satelital y un gimnasio. Todo por un costo de mantenimiento de u$s 500.000 diarios que paga la empresa, mientras dure el proyecto (20 días por pozo, aproximadamente).
El trabajo de la plataforma determinará la semana que viene si el proyecto –demandó una inversión total de u$s 170 millones– fue exitoso. “Estamos buscando las estructuras. La única forma de saber si hay petróleo o gas es pinchar el balde. Por eso hay que esperar que el proyecto llegue a su fin”, sostiene Pelayes.
El Ocean Scepter también pasó por el Estrecho de Magallanes en un proyecto liderado por Enap Sipetrol, la filial local de la estatal chilena Enap.
Fuente: El Cronista
268 lecturas | Ver más notas de la sección Actualidad