CRUDO: WTI 81,62 - BRENT 86,25   |   DIVISAS: DOLAR 876,00 - EURO: 972,00 - REAL: 184,20   |   MINERALES: ORO 2.193,45 - PLATA: 24,82 - COBRE: 3,97


Entorno tecnol贸gico. En aguas profundas.

05/06/2006 | INTERNACIONAL | Notas Destacadas | 27543 lecturas | 1232 Votos




La insaciable sed mundial de petr贸leo estimula el auge de ex贸ticas variedades de tecnolog铆a de exploraci贸n en los oc茅anos.

"Si hace cinco a帽os usted hubiese venido con la idea de un pozo direccional que llegara a 7 mil 620 metros, yo le hubiera dicho que estaba so帽ando. Pero ahora los estamos perforando uno tras otro." As铆 se expresa Brian Kuehne, viejo perforador de Royal Dutch/Shell.


El y sus colegas del sector de perforaci贸n de la empresa fueron reunidos en la oficina regional de la empresa en Nueva Orle谩ns para rendir un informe sobre el impacto de los recientes avances tecnol贸gicos en la exploraci贸n y la producci贸n petrolera (E-P).

Con extravagantes planos y diapositivas, historias resumidas y an茅cdotas personales, los perforadores se帽alaron que los asombrosos avances estaban transformando su industria. Esc茅ptico, el corresponsal se dirigi贸 a la plataforma Ursa de Shell en el Golfo de M茅xico para verlo por s铆 mismo. Los perforadores estaban equivocados: sus aseveraciones resultaron muy moderadas.

Esta plataforma, que cost贸 un mill贸n 500 mil d贸lares, es una de las m谩s avanzadas del mundo. Para empezar, su excepcional dise帽o de "piernas estiradas" le permite asentarse sobre mil 158 metros de aguas peligrosas, profundidad que se hubiese pensado inconquistable hace unos cuantos a帽os. La ciudad flotante de acero est谩 equipada con tal abundancia que su sala de control parece extra铆da de Viaje a las estrellas. Ursa produce tanto petr贸leo -alrededor de 115 mil barriles al d铆a-, que ha pagado su costo en menos de tres a帽os de operaci贸n.

Y a煤n hay m谩s. El d铆a en que el corresponsal lleg贸, la tripulaci贸n perfor贸 un complicado pozo multidireccional que torci贸 y sesg贸 su camino hacia un yacimiento de petr贸leo ubicado a 8.5 kil贸metros de la plataforma. Han pasado los d铆as en que se encallaba en un campo petrolero y se perforaba verticalmente para alcanzarlo. "Perforamos pozos de la misma manera durante 100 a帽os", dice Raoul Restucci, jefe de la Compa帽铆a de Exploraci贸n y Producci贸n de Shell. "Pero s贸lo en a帽os recientes hemos visto cambios dram谩ticos en tecnolog铆a que reducen mucho el costo de obtener una mol茅cula de petr贸leo." Restucci debe saberlo: su empresa ha producido dos terceras parte de todo el petr贸leo de aguas profundas que se ha extra铆do del Golfo de M茅xico.

El secreto del 茅xito de Shell en esos peligrosos terrenos es la tecnolog铆a. Sin embargo, no es la 煤nica empresa que lleva a sus l铆mites la tecnolog铆a E-P. ExxonMobil, la otra compa帽铆a importante que investiga en serio ese conocimiento tecnol贸gico, tambi茅n utiliza plataformas mar铆timas de gran profundidad.

En los laboratorios de ExxonMobil en Houston, varios equipos conformados por los mejores investigadores muestran una impresionante exhibici贸n de la tecnolog铆a que respalda el gasto anual de 10 mil millones d贸lares de la empresa. La compa帽铆a ha propuesto t茅cnicas de imagen s铆smica que permiten visualizar las reservas en minutos, en lugar de los meses que hubiera llevado hace unos a帽os.

驴C贸mo? Software ingenioso y algoritmos avanzados son parte de la respuesta. Pero la fuerza bruta tambi茅n tiene su lugar. Empotrada detr谩s de la pantalla semicircular de un anfiteatro de realidad virtual en el laboratorio de ExxonMobil est谩 una infraestructura inform谩tica de punta con valor de m谩s de 80 millones de d贸lares, que incluye supercomputadoras (conocidas como el "cerebro anal铆tico" de la empresa). Pregunte a los investigadores residentes si las afirmaciones sobre los cambios tecnol贸gicos de a帽os recientes son exagerados, y la respuesta es tan r谩pida como vehemente: "Estamos en la c煤spide de impresionantes adelantos tecnol贸gicos en exploraci贸n y producci贸n".

驴Por qu茅 ahora? Parte de la respuesta descansa en la enorme promesa de exploraci贸n en aguas profundas, frontera final de la industria petrolera. Fue el desarrollo de tecnolog铆as como la imagen s铆smica lo que alent贸 a las empresas a aventurarse en esos inh贸spitos (y al mismo tiempo poco prometedores) terrenos. A su vez, el 茅xito temprano y espectacular de desarrollos como Ursa ha provocado a煤n m谩s innovaciones.


La 煤ltima frontera

Durante el siglo pasado, todos los continentes (con excepci贸n de la Ant谩rtida) han sido perforados hasta su agotamiento, y los ge贸logos creen que hay pocos campos enormes que descubrir en tierra. El 煤nico territorio virgen est谩 bajo el mar.

Perforar bajo el mar no es nada nuevo. Durante d茅cadas el Mar del Norte y la costa del Golfo de M茅xico han sido grandes productores de petr贸leo. No obstante, hasta hace poco, muchos ge贸logos estaban convencidos de que el petr贸leo mar铆timo s贸lo podr铆a hallarse en aguas poco profundas. Las rocas favorables a la acumulaci贸n de petr贸leo, argumentaban, s贸lo se encontraban en las antiguas deltas de r铆os y otras formaciones cercanas a la costa.

Los veteranos de la industria recuerdan que hace apenas unos a帽os la idea de encontrar petr贸leo a miles de metros bajo el agua era rid铆cula. Sin embargo, gracias a los adelantos como la imagen s铆smica -m谩s algunos golpes de suerte de intr茅pidos pioneros en aguas profundas-, esa visi贸n ha ca铆do en el desprestigio. Los principales actores del petr贸leo apuestan que bajo los oc茅anos de Brasil, Africa Occidental y el Golfo de M茅xico yacen cautivas enormes cantidades de crudo.

En el vuelo de Nueva Orle谩ns a Ursa, puede verse all谩 abajo la historia de la explotaci贸n mar铆tima de Estados Unidos como una abigarrada escena de una pintura de Brueghel. Las aguas poco profundas rebosan de actividad, en tanto tractocamiones petroleros, barcos de carga, buques perforadores y dem谩s equipo hacen su tarea. Los cielos est谩n llenos de helic贸pteros que transbordan tripulaciones desde y a los tractocamiones. Y escondida bajo la superficie hay una red de tuber铆as que conducen a tierra el petr贸leo y el gas.

En la actualidad, toda esa actividad desaparece a lo largo de una l铆nea donde el nivel submarino se hunde a 457 metros. Pero James Dupree, cabeza de la producci贸n en aguas profundas del Golfo de M茅xico de British Petroleum, pronostica que en una d茅cada un mapa similar mostrar谩 infraestructura que se extender谩 en aguas donde la profundidad es de m谩s de mil 524 metros. Pero volver realidad esa imagen ser谩 uno de los mayores retos que la industria petrolera ha enfrentado nunca.

Eso, en raz贸n de que encontrar, perforar, producir y transportar hidrocarburos desde aguas muy profundas puede ser atrozmente caro sin varios progresos en tecnolog铆a E-P. Aunque el panorama no es claro para la industria en su conjunto, las pocas empresas con suficientes yacimientos profundos prefieren la visi贸n de largo plazo y consideran una inversi贸n prudente y necesaria los miles de millones de d贸lares que se requieren para desarrollar esas tecnolog铆as. Como expone Ken Miller, vicepresidente de tecnolog铆a de la unidad de investigaci贸n marina de ExxonMobil, "sin duda esto acelera el desarrollo tecnol贸gico, porque sencillamente no podemos gastar de 30 a 40 millones de d贸lares por cada pozo de prueba en aguas profundas".


Adem谩s de la carrera por las aguas profundas, otras tres fuerzas provocan el frenes铆 tecnol贸gico de las grandes petroleras. La primera es la necesidad de exprimir m谩s los campos existentes, lo cual tiene sentido, y no s贸lo porque quedan pocos elefantes por descubrir. Un siglo despu茅s del primer borbot贸n que emergi贸 en Spindletop, Texas, descubrir nuevos campos petroleros e intentar desecarlos es m谩s un error que un acierto.

La tasa promedio de recuperaci贸n de un campo petrol铆fero permanece en un deprimente 30-35 por ciento. En otras palabras, de todas las existencias probadas de petr贸leo de cierta reserva, las empresas, de manera usual, comercializan s贸lo una tercera parte. As铆 que la tecnolog铆a que eleve 5 por ciento las tasas de recuperaci贸n en el portafolio de una empresa contribuir铆a mucho m谩s al punto crucial que la caza de nuevos campos elefantes por explotar.

La clave no radica en simplemente seguir sacando petr贸leo de las reservas principales, sino en perforar peque帽os campos cercanos, antes poco rentables, con el empleo de herramientas como los pozos multidireccionales. Euan Baird, jefe de la compa帽铆a de servicios petroleros Schlumberger, aspira a desarrollar t茅cnicas -en particular monitores de tiempo real para los pozos- que dentro de una d茅cada elevar铆an la tasa de recuperaci贸n de 50 a 60 por ciento.

Fuente: Economist Intelligence Unit

27544 lecturas | Ver más notas de la sección Notas Destacadas


NOTICIAS MÁS LEÍDAS de Notas Destacadas