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Por el derrumbe del crudo, cayeron a la mitad las importaciones de energía en el primer semestre

13/08/2015 | ARGENTINA | Notas Destacadas | 882 lecturas | 166 Votos



La abrupta caída del precio de los commodities trajo buenas y malas noticias para el Gobierno.




Por un lado, el descenso del precio de la soja -hoy cotiza en torno a los US$ 350 por tonelada- atentó contra la recaudación fiscal de Estado en concepto de retenciones a la exportación de la oleaginosa, una de las principales fuentes de ingreso del Tesoro.

Pero por el otro, el derrumbe del precio del petróleo replicó en una fuerte retracción de la importación de combustibles, uno de los principales vectores de la fuga de divisas de los últimos años.

El precio del crudo determina el valor de sus derivados directos -como las naftas, gasoil y fuel oil- y también incide significativamente en el precio del gas natural.

La menor cotización internacional del barril -que pasó de 110 a 50 dólares en apenas siete meses- explica, en gran medida, el descenso de las importaciones, que en el primer semestre costaron un 51% menos que en el mismo período de 2014. También incidió el amesetamiento de la actividad económica en la Argentina, evidenciada por la desaceleración en el segmento industrial y de transporte.

En concreto, el cálculo global devela que en el primer semestre de 2015 se importó en energía menos de la mitad del dinero que se había gastado en el tramo inicial de 2014. De un año al otro se pasó de importar US$ 5.881,7 millones a  US$ 2.865,4 millones, según datos oficiales de la Secretaría de Energía. Son números que celebran en el Palacio de Hacienda.

Las compras de Gas Natural Licuado (GNL), una de las mayores cuentas del sector energético, cayeron un 40,8 por cuento. La factura del gas que llega por barco a las terminales de Bahía Blanca y Escobar pasó  de US$ 1.922 millones en 2014 a US$ 1.137 millones en 2015. Respecto al gas natural que se importa desde Bolivia, la cuenta se retrajo un 42,4%: en la primera mitad de 2014 se pagaron US$ 1.187 millones, mientras que este año fueron US$ 684 millones.

Los números de la cartera que dirige Mariana Matranga dan cuenta, a su vez, de una novedad estadística. Por primera vez se incluyeron en la planilla Excel que prepara Energía el monto que gastó por Cammesa -la administrado del mercado eléctrico mayorista- en la importación gasoil y fuel oil para generar electricidad. Son datos que hasta ahora no eran públicos.

Cammesa pagó un 44,7% menos de un año a otro por el gasoil importado para las usinas térmicas: fueron  US$ 838,6 millones en 2014 contra US$ 463,4 millones en lo que va de este año. En la misma línea, el gasoil importado para cubrir la demanda del parque automotor también cayó rotundamente, pasando de US$ 1.020,7 millones a US$ 435,6 millones, un 57,2% menos de un año al siguiente.

Las compras de petróleo crudo, a tono con el contexto internacional, disminuyeron en un 87,2%. Se gastaron casi US$ 230 millones en la primera parte de 2014 contra apenas US$ 29,4 millones en el semestre inicial de 2015. En tanto que este año no se importaron fuel oil para generación eléctrica  ni naftas.

Fuente: El Inversor Enérgetico & Minero

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