Los trabajadores tenían previsto abandonar el trabajo el jueves, pero acordaron una pausa después de que el mediador industrial de Australia interviniera en las conversaciones de última hora. 

El sindicato Offshore Alliance, que representa a los trabajadores de Chevron, declaró el viernes por la mañana que la empresa "se enfrentará finalmente a su día del juicio final" y anunció en un comunicado el "cierre" de las instalaciones en caso de que carezcan de "personal competente". 

Los trabajadores exigen un aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo. La huelga, que perturbó los mercados mundiales disparando los precios, se intensificará lentamente en las próximas semanas, abarcando a 500 trabajadores e incluyendo "paros continuos, prohibiciones y limitaciones", según responsables sindicales. Offshore Alliance afirmó que este movimiento podría costar a Chevron "miles de millones". 

Tras las fallidas negociaciones, la empresa afirmó que "seguirá tomando medidas para mantener unas operaciones seguras y fiables en caso de interrupción en nuestras instalaciones". Aunque Europa logró reconstituir en gran parte sus reservas de gas, desestabilizadas por la guerra en Ucrania, se temen nuevas interrupciones por la fuerte demanda en Asia. 

Chevron es uno de los mayores productores de gas de Australia Occidental junto con Woodside Energy. Entre los dos representan más del 15% del total de las exportaciones internacionales de gas natural del mundo