Hace unos ocho a帽os, Willinton era poco m谩s que un caser铆o que se acomodaba a la gelidez de un clima con temperaturas bajo cero durante cinco meses al a帽o, pero en el 2010 los registros acusaban m谩s de 14.000 pobladores estables, escaseaba la vivienda y resultaba dif铆cil conseguir un camionero por menos de 8.300 d贸lares al mes.

El hallazgo de grandes cantidades de gas, que generalmente se produce buscando petr贸leo, impuls贸 un desarrollo fren茅tico, con una importante oferta de empleo. Con la tecnolog铆a disponible, Estados Unidos empez贸 a producir b谩sicamente shale gas en cantidad que no s贸lo le permitir谩 independizarse de las importaciones sino que en corto plazo podr谩 proveer al mundo.

Seg煤n la Energy Information Administration, en el 2010 aquella naci贸n importaba el 11% del gas que consum铆a, mientras que en el 2035 tendr谩 un excedente exportable equivalente al 5% de su oferta global, gracias al desarrollo de los no convencionales. En apenas tres a帽os esta clase de hidrocarburo ocupar谩 el 70% de la matriz gas铆fera. La pujanza de Willinton es de alg煤n modo prueba de esa bonanza.

La pregunta es si ocurrir谩 lo mismo con  A帽elo,  pueblito de poco m谩s de 2.000 habitantes, muy pr贸ximo a Vaca Muerta, donde ya se registra una actividad extraordinaria. En esta localidad, sobre la margen izquierda del r铆o Neuqu茅n, hasta hace poco era impensable un congestionamiento de tr谩nsito o el aluvi贸n de profesionales de diversos pa铆ses, que llegaron a la meseta patag贸nica para suplir la carencia de los locales: noruegos o venezolanos buscan 谩vidos viviendas.

Emergen hoteles de varias estrellas, delegaciones de courriers internacionales y oferta de emprendimientos inmobiliarios orientados a ciudadanos de altos ingresos. A帽elo es s贸lo un emergente del boom que se insin煤a en Argentina con los hidrocarburos no convencionales: por la magnitud de las reservas potenciales, est谩 segunda en el ranking internacional de gas y cuarta en el de petr贸leo.

La inc贸gnita a despejar es si hay condiciones econ贸micas y legales para replicar ac谩 el milagro estadounidense de los 煤ltimos a帽os, que se expres贸 como un aumento notorio de la producci贸n y, al mismo tiempo, con una baja importante en los precios: del 2008 a la actualidad el gas en EE.UU. baj贸 de 12 d贸lares el mill贸n de BTU a s贸lo 3.

Varias empresas locales y extranjeras ya se lanzaron a la b煤squeda de este tipo de hidrocarburo, que est谩 a mayores profundidades y requiere una tecnolog铆a m谩s compleja y costosa para su extracci贸n. Pero la 煤nica con resultados palpables es YPF, que ya tiene m谩s del 10% de su creciente producci贸n cubierta con esta categor铆a de producto.

CONDICIONES PARA ESPEJAR A ESTADOS UNIDOS

Estimaciones oficiosas pero no objetadas, aseguran que para desarrollar Vaca Muerta, coraz贸n de los no convencionales, se necesitan no menos de 250.000 millones de d贸lares, lo que hace imprescindible convocar a capitales for谩neos. En este marco se inscriben el r茅gimen de promoci贸n de inversiones(decreto 929), los acuerdos con la norteamericana Chevron, el m谩s reciente con la malaya Petronas y los cambios que el poder central impulsa en la Ley de Hidrocarburos. Todos tienen como norte ofrecer prerrogativas al inversor extranjero para que haga desembolsos de riesgo: no es desprecio por la soberan铆a sino puro pragmatismo.

Exportar una parte de su producci贸n sin impuestos, disponer libremente de las divisas que genere esa operaci贸n, remitir utilidades, dirimir cualquier eventual conflicto entre el inversor y el Estado en una jurisdicci贸n extranjera (a priori menos proclive a apa帽ar los interese argentinos) o limitar la capacidad provincial de gravar la actividad, integran el men煤 de ventajas ofrecidas con el soporte de una l贸gica dif铆cil de refutar: si el negocio no resulta muy atractivo, es dif铆cil animar capitales. 脡stos est谩n propulsados exclusivamente por el af谩n de renta y no por ninguna vocaci贸n altruista.

Para replicar el auge estadounidense tambi茅n es necesario contar con infraestructura adecuada para movilizar los recursos, obra p煤blica que puede (o no) ejecutarse con aporte privado. La gesti贸n de Miguel Galluccio reformul贸 la estrategia de responsabilidad social empresaria y orden贸 a la Fundaci贸n YPF volcarse a apoyar el desarrollo de pueblos pr贸ximos al n煤cleo de explotaci贸n como A帽elo, en lugar de levantar, por ejemplo, una escuela en la Pampa H煤meda. Un grano de arena.

Otro requisito es el de contar con la mano de obra especializada que permita sostener esa actividad: ge贸logos, ingenieros y otros egresados universitarios de ciencias duras. 脡sos que en las 煤ltimas d茅cadas se transformaron casi en una rareza en Argentina, a pesar de que tienen ocupaci贸n plena.

Todas condiciones b谩sicas para replicar aqu铆 lo que ocurri贸 en el hemisferio Norte. S贸lo as铆 A帽elo  honrar铆a la sonoridad dulce y encantadora que en espa帽ol tiene ese nombre, liber谩ndolo de las connotaciones negativas que se le atribuyen como vocablo mapuche: paraje olvidado o meseta de la muerte.