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La riqueza de Vaca Muerta: 驴Seguiremos el modelo de Noruega o el de Nigeria?

24/04/2014 | ARGENTINA | Notas Destacadas | 968 lecturas | 1118 Votos



Los escandinavos tienen un fondo para las futuras generaciones. La riqueza de los africanos se la lleva la corrupci贸n. El campo de gas y petr贸leo de Neuqu茅n ya est谩 en producci贸n sin debate y con denuncias.




El desierto f茅rtil de los dinosaurios y el petr贸leo se abre para que el trepanador de la torre 310 del espacio de producci贸n Loma la Lata 720 pueda llegar hasta los 3.000 metros de profundidad. All铆, comienza el reino de una enorme formaci贸n rocosa de 30.000 kil贸metros cuadrados, hasta hace poco desconocida y ahora convertida en la vedette de la posible transformaci贸n econ贸mica de Argentina. La roca esponjosa de Vaca Muerta, que encierra en su interior gas y petr贸leo de la mejor calidad, va cediendo ante la presi贸n que ejerce el chorro de agua y arena que le lanzan desde la superficie. Y en unas horas comienza a desprenderse de una sustancia negro-anaranjada y de gases. Ah铆, desde la profundidad de la pampa patag贸nica, est谩 surgiendo una riqueza in茅dita para el pa铆s. Se calcula que constituye entre 24 y 100 veces el volumen actual de la econom铆a.

Otros, aseguran que se trata apenas de un nuevo buen negocio para unos pocos. Pero lo cierto es que Vaca Muerta, el yacimiento gas铆fero y petrolero m谩s importante de la Argentina, est谩 en plena producci贸n con 148 pozos abiertos y 13.000 barriles diarios. Y a pesar de esto la sociedad no debate qu茅 hacer con esta nueva riqueza que nos est谩 bendiciendo a los argentinos. 驴Qu茅 modelo vamos a adoptar para administrarla y distribuirla? 驴Haremos como Noruega, que retiene una porci贸n importante de las ganancias y las invierte para las futuras generaciones, o seremos como Nigeria, donde los enormes recursos que genera el petr贸leo desaparecen por la corrupci贸n y los enfrentamientos entre facciones?

Pablo Iuliano, 42 a帽os, y Pablo Bizzotto, 40, son los ingenieros de YPF que est谩n a cargo de la explotaci贸n de Loma la Lata. Conocen perfectamente esta geograf铆a de horizontes largos, vientos extremos y arbustos amarillos. Ambos se criaron entre Neuqu茅n y R铆o Negro. Coordinan a decenas de empresas internacionales que dan servicios, y la superficie de dos kil贸metros cuadrados 鈥損ronto se extender谩 a 200 km cuadrados鈥 que se explota, por un controvertido acuerdo del que a煤n no sabemos todo su alcance, junto a la estadounidense Chevron. Ahora est谩n sobre la plataforma Nabors de 煤ltima generaci贸n que se mueve en todas las direcciones a un metro por hora sin que se necesite desmontar la torre. Cada 18 o 20 d铆as har谩n un pozo, se mover谩n 30 metros y abrir谩n otro.

Con esta maniobra, en la forma tradicional de explotaci贸n, se pod铆a llegar hasta la zona en que hab铆a quedado la laguna de petr贸leo y la presi贸n del mismo lo lanzaba hacia la superficie. Con el nuevo m茅todo del 鈥渇racking鈥, el trepanador llega hasta la roca madre, que tiene el combustible encerrado a 3.000 metros. Luego, vienen unos 20 camiones con m谩quinas de presi贸n que lanzan al pozo agua, arena y un qu铆mico viscoso que le da consistencia para fracturarla y extraer los hidrocarburos. 鈥淓sa mezcla de gas, petr贸leo y agua va por estos ca帽os hasta un separador 鈥揺xplica el ingeniero Iuliano鈥 y desde all铆 se env铆a cada fluido por oleoductos a una planta cercana y a otra en Mendoza, y el gas va a la petroqu铆mica de Bah铆a Blanca鈥.

Para llegar a Loma la Lata hay que hacer unos 100 kil贸metros por la ruta 7 desde la ciudad de Neuqu茅n hasta la peque帽a ciudad de A帽elo, un pueblo que dorm铆a la siesta hasta hace unos pocos meses y que ahora vive el v茅rtigo de una pel铆cula de super acci贸n. De all铆 hay que subir la barda para adentrarse en esa pampa pinchada por decenas de torres. Muy a lo lejos se visualizan dos o tres llamas de las plantas separadoras. Aqu铆 trabajan unas 900 personas. Muchos viven en los trailers diseminados por los campos de producci贸n. Otros llegan cada ma帽ana en las combis que vienen desde Neuqu茅n y muchos m谩s en los cientos de camiones y camionetas 煤ltimo modelo que circulan por los caminos abiertos entre cha帽ares y coirones trayendo agua, arena, insumos qu铆micos y alimentos.

A帽elo es el primer pueblo en sufrir esta 鈥渋nvasi贸n鈥. Sigue sin tener un hospital, apenas cuenta con una sala de primeros auxilios y unos containers que don贸 una empresa petrolera para que atiendan unos m茅dicos especialistas que vienen una o dos veces por semana. Pero tiene un casino, un 鈥渄eli鈥 de estilo neoyorquino frente a la 煤nica estaci贸n de servicio y un sofisticado hotel, el 鈥淪ol del A帽elo鈥, con 75 camas, comida casera y excelentes vinos regionales. 鈥淪铆, pero todo car铆simo. Est谩 hecho para petroleros. Nosotros seguimos ganando una miseria. Se habla de miles de millones de d贸lares y nosotros ac谩 no vemos ni centavos鈥, se descarga Carmen, una maestra jubilada que vive en una casita sin revoques, lejos de la 煤nica calle asfaltada.

El intendente, Dar铆o D铆az, no est谩. Viaj贸 a Estados Unidos, nos dice su hermano, 鈥減ara presentar el Master Plan鈥. Fue invitado por un conglomerado empresarial estadounidense conocido como Club del Petr贸leo. En realidad, el plan que contempla la planificaci贸n y remodelaci贸n de todo el pueblo 鈥揾asta hace poco ten铆a 5.000 habitantes y ahora ya nadie sabe exactamente cu谩ntos, pero son much铆simos m谩s鈥 y que fue elaborado por YPF con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. 鈥淓stamos trabajando para que A帽elo y cualquier otro pueblo que se forme alrededor del yacimiento tenga un crecimiento planificado y sustentable鈥, asegura el jefe de Relaciones Institucionales de YPF, Gonzalo L贸pez.

Para Mabel Maripe, la 鈥渋nan lonko鈥 (segunda al mando) de una familia mapuche de A帽elo, todo eso es 鈥渇uturismo鈥. 鈥淟o que vemos hoy es un incremento enorme del alcohol y las drogas que nosotros no conoc铆amos ac谩. Ya trajeron varias mujeres dominicanas que se prostituyen. Por ahora, 茅se es el modelo que vemos鈥, dice mientras caminamos entre plantas de alpataco y piedras coloridas bajo un cielo negro de tormenta.

Hablo por tel茅fono con el gobernador neuquino Jorge Sapag. Est谩 camino a Houston, donde intentar谩 aumentar los 6.000 millones de d贸lares de inversiones que tiene prometidos hasta el 2016 y tentar a Exxon, la petrolera m谩s grande del mundo, para que venga a Vaca Muerta. 鈥淓s esencial entender que esto puede transformar definitivamente a la provincia y al pa铆s鈥, dice. Y cuenta que tiene dos proyectos en la legislatura provincial para un desarrollo sustentable, uno de cuidado del medio ambiente que obligar谩 al tratamiento de todas las aguas utilizadas en la explotaci贸n del shale y otro de responsabilidad social de las empresas.

鈥淣o s茅 si esto nos convertir谩 en Noruega, pero ese es el ejemplo que me gustar铆a seguir鈥, se anima el gobernador, aunque reconoce que su mayor desaf铆o ser谩 el de la 鈥渆xpectativa鈥. 鈥淎h铆 est谩 la clave, 鈥揹ice Sapag, el 煤ltimo de una dinast铆a de caudillos que gobiernan Neuqu茅n desde hace 50 a帽os鈥 en administrar la expectativa que genera Vaca Muerta y tratar de que no haya desequilibrios econ贸micos pronunciados鈥.

Uno de los empresarios m谩s destacados de la provincia con intereses en la floreciente industria vitivin铆cola cree que todo esto forma parte de 鈥渙tro relato鈥. 鈥淢ientras Vaca Muerta ya est谩 en producci贸n ac谩 no se invirti贸 ni un peso en infraestructura. Los caminos est谩n todos rotos por el enorme peso de los camiones. Hay que hacer rutas especiales, hay que planificar muy bien el uso del agua, hay que crear condiciones para que la econom铆a petrolera no reviente al resto de la sociedad, y nada de todo eso se est谩 haciendo鈥, cuenta en voz baja en el lobby del hotel Suizo. 鈥淭enemos mucha suerte de ser bendecidos por esta riqueza pero lo vamos a hacer como todo en la Argentina, a la desesperada y plagada de corrupci贸n鈥, se indigna. Otro empresario de la construcci贸n que invita a comer un corderito asado en su casa de Cipoletti, por la ruta 22, no deja de hablar toda la noche del famoso 鈥渄iego鈥 (diez por ciento) que debe pagar si quiere participar de cualquier emprendimiento estatal.

Aunque, a veces, ni siquiera ese 鈥渞etorno鈥 es suficiente. 鈥淕an茅 una licitaci贸n importante de infraestructura. Al otro d铆a me llam贸 un funcionario desde Buenos Aires para decirme que me ten铆a que bajar porque esa licitaci贸n no era para m铆. Lo plante茅 ac谩 en la provincia y me dijeron `me est谩s metiendo en un problema pol铆tico鈥. Dos d铆as m谩s tarde ten铆a inspectores de todos los organismos posibles dentro de mi oficina. Tuve que olvidarme de la obra para que me dejaran en paz. Si ese es el modelo que vamos a tener en Vaca Muerta, estaremos desaprovechando una vez m谩s la gran oportunidad que tenemos entre manos鈥, comenta el empresario que por obvias razones no quiere ver su nombre impreso.

La diputada provincial por la Coalici贸n C铆vica-ARI, Beatriz Kreitman, tambi茅n est谩 indignada: 鈥淣euqu茅n es la zona de sacrificio para solucionar la crisis energ茅tica del pa铆s. Y esta fue una decisi贸n de la presidenta de la Naci贸n y del gobernador de la provincia. A los neuquinos no se nos pregunt贸 nada鈥. En uno de los descansos del magn铆fico edificio de la Legislatura, Kreitman habla del pasivo ambiental que dej贸 la empresa espa帽ola Repsol cuando se rompi贸 el acuerdo que ten铆a con YPF. 鈥溌緿e qu茅 sirve la riqueza material si vamos a tener a nuestros pibes con petr贸leo en la sangre?

El cuidado del ambiente no es algo que se tenga en cuenta. Es m谩s, a los que pedimos que se controle nos llaman terroristas ambientales.鈥 Pero Gustavo Nagel, el presidente de la empresa estatal GyP, creada para explotar 54 locaciones dentro de Vaca Muerta, asegura que las cosas ser谩n diferentes esta vez. 鈥淐uando tiene que desarrollar un proyecto de esta magnitud, una empresa no va a estar en una cuenca, en una ciudad y en una sociedad por dos a帽os o tres. Ten茅s que quedarte 35 o 40 a帽os. Esto crea un v铆nculo muy estrecho con la sociedad en la que se desarrolla. Sus directivos y empleados viven all铆. Por lo tanto van a cuidar el lugar y tendr谩n una obligaci贸n muy profunda con esa gente鈥.

De regreso en Buenos Aires me encuentro con el economista Luis Rappoport, profesor de la universidad de General Sarmiento, quien ve un peligro latente de que Argentina pueda sufrir la llamada 鈥淓nfermedad Holandesa鈥, que son las consecuencias negativas que sufre un pa铆s cuando experimenta un crecimiento inesperado en sus ingresos en divisas. 鈥淟a medida de lo que podemos ser con una riqueza como la que podr铆amos extraer de Vaca Muerta es la Argentina de la soja. Cuando pasamos de una soja de 140 d贸lares a otra de 520 o 530 d贸lares, lo manejamos en forma irresponsable.

No ahorramos una parte para las 茅pocas de vacas flacas y se gast贸 en un clientelismo que provoc贸 una bestial destrucci贸n del mercado de trabajo y de las capacidades de los argentinos a trav茅s de los subsidios, en lugar de hacer una gran inversi贸n en educaci贸n para que se modifique en serio la competividad de la Argentina鈥, explica Rappoport. Y agrega: 鈥渜ue nadie se crea que semejante masividad de ingreso de d贸lares significar谩 que los argentinos nos volveremos ricos. Va a pasar como con el boom de la soja: algunos argentinos, y sobre todo los que manejan los resortes de poder, van a hacerse infinitamente ricos, junto a muchos chicos que seguir谩n en la extrema pobreza鈥.

鈥淭enemos que crear un grupo interdisciplinario de amplio espectro que estudie las consecuencias del impacto de semejante riqueza y c贸mo la vamos a distribuir鈥, es el llamado de otro economista, el profesor Ricardo Arriazu. Calcula que en los pr贸ximos a帽os podr铆an entrar unos 20.000 millones de d贸lares anuales por las exportaciones de hidrocarburos y la sustituci贸n de importaciones de gas. Una cifra que modificar铆a la matriz econ贸mica del pa铆s, que hasta ahora estaba basada en la producci贸n agr铆cola de propiedad privada, atomizada y rentabilidad anual y que pasar铆a a un modelo estatal centralizado y de producci贸n fluctuante. Para atenuar las consecuencias de todo este cambio, asegura el economista, habr铆a que crear un fondo antic铆clico y graduar la producci贸n.

En Loma la Lata no se discute nada de todo esto. El campo est谩 en plena producci贸n y las empresas multinacionales deshojan sus opciones. Chevron renueva su contrato y traer铆a otros 5.000 millones de d贸lares. Sobrevuelan los malayos de Petronas. Exxon eval煤a con cu谩ntos kil贸metros cuadrados quedarse. YPF es presionada por el gobierno para mitigar la crisis energ茅tica lo antes posible, aunque trabaja pensando en los pr贸ximos 35 a帽os. En tanto, el viento barre los rollos de coirones amarillos como en los pueblos del Far West. Las torres sacan esa riqueza que nos trajeron los dinosaurios y que, ahora, puede cambiarnos la vida a todos los argentinos o terminar en otra decepci贸n. El gas y el petr贸leo que, seg煤n c贸mo los administremos, nos pueden convertir en Noruega o en Nigeria.

Fuente: Clar铆n

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