Se materializó en aprovechamientos hidroeléctricos (Hidronor, DPA) y obras de riego para la producción de los valles del RÃo Negro y Colorado. Estructurando en parte el sistema productivo de la provincia hasta nuestros dÃas.
A pesar de los cambios radicales que desde entonces se produjeron y producen, esas estrategias nunca se actualizaron ni se complementaron con nuevas alternativas de desarrollo.
En este contexto, el aprovechamiento de fuentes renovables de energÃa aparece como un factor de potencialidades para la provincia y deberÃa formar parte de una estrategia provincial de desarrollo y especialización en la materia.
La sanción de la ley 27191 en septiembre de 2015 establece un horizonte para el desarrollo de las fuentes renovables de energÃa y define la meta del 20 % de la matriz para el 2025. Las subastas realizadas a través de RenovAR, si bien excluyeron la industria nacional, inducen nuevos emprendimientos de generación. En igual sentido, el avance del nuevo marco normativo de generación distribuida con media sanción en Diputados constituye un nuevo escenario que amplÃa las posibilidades señaladas.
No sólo se trata de generación de energÃa a partir de fuentes renovables. Se trata también de las externalidades y múltiples articulaciones derivadas, tales como:
• EnergÃa y territorio: en los últimos años las jurisdicciones provinciales asumieron un rol activo como promotoras o ejecutoras de proyectos de generación. Es bien conocida la dotación de recursos de la Patagonia en fuentes renovables. Las regiones que conforman RÃo Negro, tan disÃmiles entre sÃ, poseen algunas de las fuentes necesarias para generar en pequeña, mediana o gran escala.
• EnergÃa e industria: la generación de energÃa requiere capacidad industrial, creando valor en todos los eslabones de la cadena de producción. Partes, componentes, equipos, instrumental y servicios varios. La actividad requiere perfiles ocupacionales intensivos: ingenieros quÃmicos, eléctricos, mecánicos, especializados en aerodinámica, en sistemas e informática, expertos en materiales, en diseño, climatólogos y ambientalistas entre otros.
• EnergÃa y organismos de ciencia y técnica: los principales avances en materia de renovables se dieron y se darán a partir de la incorporación de conocimiento y nuevas tecnologÃas. RÃo Negro posee organismos especialmente preparados para el desafÃo de mejorar las capacidades y eficiencia de generación y fabricación de equipos.
• EnergÃa y sistema universitario: también juegan un rol relevante en el desarrollo de conocimiento y formación. En el plano nacional existen al menos 18 universidades con áreas, departamentos o institutos con incumbencias especÃficas en la promoción de conocimientos, ensayos y creación de prototipos. Entre ellas, la UNCo cuenta con experiencia de larga data en la materia.
En resumidas cuentas, las posibilidades de generación a partir de fuentes renovables y las posibles articulaciones constituyen un soporte suficiente para la especialización de RÃo Negro en la materia. Aunque la disposición de capacidades no asegura su puesta en valor. Se requieren ensamblajes especÃficos. Es decir, polÃticas de Estado capaces de dinamizarlas. Éstas suelen ser el resultado de trabajosos procesos que nunca están exentos de tensiones o conflictos.
Asà como el aprovechamiento de los recursos hÃdricos definió parte del perfil y la vitalidad rionegrina durante el siglo XX, las fuentes renovables de energÃa y su posibilidad de generar alto valor agregado pueden traer nuevos horizontes que en RÃo Negro hace décadas son esquivos y están ausentes.
Fuente: Diario RÃo Negro
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