También para el mismo año, Perú producÃa alrededor de 400 mil toneladas del metal dorado. Desde ese tiempo a la actualidad el paÃs andino pasó a producir 2.200.000 toneladas de cobre fino anuales y la Argentina, nada. ¿Qué ocurrió? Simplemente, los inversores encontraron mejores condiciones para desarrollar sus negocios en otra parte de la cordillera. No fueron las condiciones geológicas, que son prácticamente las mismas en el cordón montañoso, sino una polÃtica económica minera diferente, que tiene que ver fundamentalmente en cómo se aplican las cargas tributarias.
Esa diferencia de los órdenes para la inversión entre un paÃs y otro implicó que en Perú la minerÃa haya generado 200 mil puestos de trabajo y alrededor de 20 mil millones de dólares anuales de exportación al año (similar a lo que exporta el complejo sojero argentino).
En tanto, por estas latitudes cerró Bajo de la Alumbrera en 2018 (tras agotarse el recurso) y siguen retrasados los proyectos para abrir nuevas minas de cobre, que es uno de los minerales protagonistas de la revolución energética a la que se encamina el mundo (aún más que el litio), por lo tanto de altÃsima demanda. La misma comparación se podrÃa hacer con Chile, aunque su producción de cobre es más antigua y es el primer productor mundial en este rubro. "Hay que conocer cómo es la economÃa de la minerÃa cuando se hace polÃtica sobre esto, que es una oportunidad", afirmó el geólogo y contador Daniel Jerez. Mostró los datos recién mencionados en una conferencia que brindó el martes pasado en el marco de la diplomatura en minerÃa que ofrece la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta (Unsa).
Entre varios puntos que Jerez tocó en su charla sobre los aspectos económicos de la minerÃa, hizo una relación de los beneficios para las inversiones entre Argentina, Chile y Perú. Se basó en un hipotético proyecto de cobre que requiere una inversión de 4 mil millones de dólares para ponerlo en marcha. Casualmente serÃa cerca del mismo monto que se estipula para el yacimiento cuprÃfero salteño Taca Taca, que está a cargo de la empresa canadiense First Quantum. A lo largo de ese supuesto proyecto, que fue estimado con los números de un caso real, la ganancia de la mina para el inversor en 28 años de producción llegarÃa a US$1.890 millones en Argentina, descontado los flujos de fondos. (...)
Fuente: El Tribuno
991 lecturas | Ver más notas de la sección MinerÃa