El sector energético siguió de cerca las elecciones, dado que hay temas centrales de la agenda que deberán definirse después de las generales, y que involucran inversiones millonarias, negociaciones con provincias y la agenda legislativa.

A partir de este lunes 23 de octubre, quedará definirse: la ley de GNL, que tiene media sanción; las licitaciones para llevar el gas de Vaca Muerta a distintos puntos del país y en manos de quiénes quedan las centrales hidroeléctricas.

El oficialismo logró aprobar el “Régimen de Promoción para Grandes Proyectos de Inversión en GNL” en Diputados. Sin embargo, todavía le falta la media sanción del Senado para convertirse en ley. En la Cámara Baja, el bloque de JxC se abstuvo y el de LLA votó en contra.

Las empresas interesadas en invertir lo consideran una condición necesaria, dado que garantiza estabilidad fiscal por 30 años y exportaciones en firme. Para adherir, requiere como mínimo gigantescas inversiones de al menos u$s1.000 millones. Según fuentes de la Secretaría de Energía, hay dos proyectos que esperan la sanción para arrancar: el de YPF-Petronas, que en diciembre arrancaría la evaluación de ingeniería, y el de TGS-Excelerate Energy, que ya se encuentra en análisis de viabilidad de distintas alternativas.

Gasoductos Para después de las elecciones quedan definirse dos obras clave, que el sector privado reclama su avance para pensar en una “Vaca Muerta regional”, que pueda exportarle gas a Bolivia, Brasil y Chile.

Por un lado, el llamado “Reversal del Norte”, que es la obra que va a permitir llegar con el gas de Vaca Muerta a siete provincias del centro y norte argentino, que a partir de agosto de 2024 dejarán de recibir energía en firme desde Bolivia, por lo que requerirán del autoabastecimiento para contar con energía en invierno. Si bien la obra ya fue licitada, y se recibieron tres ofertas (la estadounidense Pumpo INC y las locales BTU y Techint-Sacde), resta todavía la adjudicación y la firma de los contratos. El costo de la obra es de u$s710 millones, que ya tiene financiamiento de la CAF y de Cammesa.

Más atrasado quedó el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, en el que todavía no se avanzó siquiera en su licitación. A diferencia del primer tramo, que fue financiado por el Tesoro Nacional, este segundo tramo de casi 500 kilómetros que llegará hasta Santa Fe no tiene definido el financiamiento.

Como cualquier obra de infraes- tructura de importancia, cualquier salto en el tipo de cambio o problemas para importar insumos puede generar retrasos.

Represas En agosto de este año, comenzaron a vencer las concesiones de las centrales hidroeléctricas, que habían sido privatizadas hace 30 años. (...)