La clave es vincular. Asà lo entendió el fÃsico Roberto Zysler, presidente de Lizys, una empresa barilochense dedicada a la nanotecnologÃa, y responsable de un desarrollo que puede cambiar la relación entre la industria petrolera y el medioambiente.
"Creamos un compuesto capaz de fijar los hidrocarburos para ser retirados magnéticamente", detalló el investigador acerca de un proceso capaz de separar el petróleo del agua y luego reutilizarla para devolverla a rÃos o lagos, destinarla al riego e incluso al consumo humano.
En la actualidad la separación de hidrocarburos se produce mediante decantación a través de piletones en un proceso que puede tardar horas y hasta dÃas. Pero Zysler apuesta a reducir tiempos, y mejorar la eficiencia del método, a través del uso de nanopartÃculas que podrÃan hacer el mismo trabajo en cuestión de minutos.
"La nanotecnologÃa tiene mÃstica", explicó sobre un término que aún provoca asombro en el común de la gente. Por eso prefirió hacer a un lado el misterio y señalar que este tipo de tecnologÃa se encuentra en cosas que se utilizan a diario: computadoras, pinturas, cosméticos, medicamentos. "Hasta los imanes que tenés en la heladera", resumió.
Para darse una idea, esta innovación requiere de la manipulación de partÃculas equivalentes a la millonésima parte de un milÃmetro. Algo microscópico. El agua que se separa del petróleo se reinyecta en la actualidad a las formaciones para una recuperación secundaria de los hidrocarburos o para su disposición final.
Nanopymes petroleras
De tanto vincular partÃculas, esta empresa, que estaba orientada a la industria farmacéutica, terminó por encontrarse con una firma especializada en remediación ambiental.
La contraparte de esta historia es BC, una compañÃa que trabajaba en forma estándar y que limpiaba las piletas que se utilizaban para la decantación, entre otras funciones.
El encuentro lo facilitó el secretario de Ciencia y TecnologÃa de RÃo Negro, Hugo Josserme, ante el requerimiento de nuevos desarrollos para mejorar el desempeño en zonas petroleras. "Ayudó tener una mente flexible", opinó Zysler sobre los buenos resultados que surgieron al aplicar una ciencia dura a un uso concreto, y destacó la posibilidad de unir dos propuestas, en apariencia, lejanas.
De hecho, el desarrollo continuará a través de una "unión transitoria" entre las empresas para vincular inversiones, cartera de clientes, y conocimiento técnico.
"Funcionó porque lo pensamos al revés, entendimos al otro", dijo en tono de autocrÃtica y alentando al acercamiento del ámbito académico con la comunidad.
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