Vista Alegre sufre a Vaca Muerta. El pueblo que está a 30 kilómetros al norte de Neuquén capital hoy define qué rumbo quiere seguir: si conserva su raíz de producción de peras y manzanas o, por el contrario, les abre la puerta a loteos y a la radicación de empresas.
Es que con poco trabajo, la mayoría de sus habitantes se refugia en el empleo municipal y las tres industrias frutícolas que quedan en pie: Moño Azul, Vista Alegre (ex Estrella Alpina) y Los Juanes (Rosauer). Todos, cada vez con menos meses de temporada de trabajo.
El pueblo, que hasta 1993 era un barrio de Centenario y que decidió municipalizarse, ya no sabe para dónde crecer ni tampoco cuántos habitantes cobija. Es por eso que su intendente, Gabino Jofré, impulsa un nuevo censo, con la mira puesta en la desocupación.
"El censo estuvo mal hecho, hay zonas en la localidad que no han ingresado por el clima. Tenemos siete kilómetros de una zona a otra y muchas viviendas que tienen tres casas por terreno", explicó el jefe comunal a LM Neuquén.
Crucial: Es fundamental conocer cifras confiables de la realidad de Vista Alegre.
Según la dirección provincial de Estadísticas y Censos, el poblado tenía 3178 personas hasta 2010. Pero llamativamente, el último padrón de votantes fue de 3700, un 16% más de personas, descontando que el padrón sólo se inscribe a los mayores de 18 años. Todos los días, por la Ruta 7 pasan miles de camionetas que van hacia los yacimientos y muy pocas hacen base en Vista Alegre, que parece ver pasar frente a sus narices el desarrollo que ha impactado en otras ciudades, como El Chañar, Añelo o la misma Centenario.
"Tenemos claro que el petróleo avanza sobre las localidades, pero somos conscientes de que podemos convivir con un área destinada a empresas y otra a cultivos bajo riego. Necesitamos que la gente trabaje y se capacite", dijo Jofré.
El problema es que hoy el trabajo en las industrias frutícolas está en baja. Moño Azul, la principal empresa, que emplea a unas 450 personas, sólo trabajó un mes y medio en esta temporada, según el intendente, y eso repercutió en la desocupación. La ciudad necesita al menos 200 contratos del gobierno provincial cada vez que se acaba la temporada de cosecha para así amortiguar el impacto de los galpones cerrados durante todo el año.
Los demás emprendimientos frutícolas emplean a poca gente: Los Juanes, a unas 70 personas de febrero a marzo, y Vista Alegre SA (dedicada a la cereza), a unas 100 pero sólo en septiembre, octubre y noviembre. En el municipio trabajan unas 300 personas (197 de planta permanente y 100 contratados) e indirectamente beneficia a la mitad de las familias del lugar. Por ahora, es un salvavidas que no se sabe cuánto resistirá si no hay trabajo genuino.
34 millones de pesos recibe el Municipio todos los meses.
No tiene coparticipación, sino un fondo fijo de 2,7 millones de pesos para pagar sueldos y una partida extra de 650 mil para funcionar y gastos corrientes.
29 Son los pedidos de loteo en zona productiva en el pueblo.
Entraron en estos años al Concejo Deliberante. Para autorizarlos hay que hacer una excepción a la ordenanza 353/2004 que protege el suelo agrícola.
El 21 de mayo se realizará un censo
El sábado 21 de mayo unas 60 personas estarán abocadas a realizar un censo poblacional y de situación laboral y socioeconómica en la localidad de Vista Alegre.
La ciudad ubicada en inmediaciones a Centenario se dividirá en 14 sectores y los censistas trabajarán de 8 a 17. En caso de dificultades climáticas, pasará para el siguiente sábado 28 de mayo.
Los encuestados tendrán que responder unas 27 preguntas relacionadas con lo laboral, principalmente. Es que según los datos que tiene la Oficina de Empleo de la ciudad, 8 de cada 10 personas que se presentan por trabajo no tienen los estudios secundarios completos.
El censo pretende completar esos lugares que en 2010 no pudieron ser verificados, como el barrio Costa de Reyes, algunas tomas de Vista Alegre Norte y espacios de difícil acceso en la zona rural.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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