
Se trata de partículas subatómicas llamadas muones, originadas por rayos cósmicos al chocar con la atmósfera terrestre. Invisible al ojo humano, este “baño” constante de energía, como si fuese una cascada del cielo , permite escanear la Tierra como si se hiciera una tomografía en 3D.
Y eso, aplicado al subsuelo, puede cambiar la forma en que se exploran cuencas hidrocarburíferas, minas de litio o estructuras críticas, como plantas nucleares.
El neuquino Germán Serrano, egresado del Instituto Balseiro es uno de los impulsores de esta joven empresa que se dedicará a interpretar las señales del cosmos para hacer tomografías del subsuelo en Vaca Muerta.
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La empresa AB Astra Inc ., fundada este año, es la responsable de esta innovación que tendrá sede física en Neuquén. Al frente está Germán Serrano, ingeniero físico nacido en Neuquén capital y criado en Plottier, egresado del Balseiro y con una trayectoria de 15 años en YPF, donde trabajó en áreas de convencional, shale y tecnología.
De YPF a los socios del Balseiro en el mundo
Hoy, junto a un equipo disperso por el mundo -con socios en Madrid, Dinamarca, Bariloche y Estados Unidos- lidera este ambicioso proyecto científico-empresarial.
“La idea surgió de casualidad en una conversación”, contó Serrano en charla con LM Neuquén . “Uno de mis socios había trabajado en Colombia con sensores para volcanes, y dijimos: ‘¿Y si hacemos esto en chiquito, para que entre en un pozo petrolero?’ Así empezó todo”.
Lo que sigue en este emprendimiento parece ser ciencia de alto vuelo pero con aplicaciones concretas. Los muones, partículas 200 veces más pesadas que un electrón, atraviesan la materia de forma constante y pasiva. Cada centímetro cuadrado de la superficie terrestre es impactado por estas partículas día y noche. “No necesitamos una fuente activa como en otros métodos, solo ponemos el detector y esperamos”, explicó.
Germán Serrano después de estudiar en el Instituto Balseiro, trabajó 15 años en YPF, en todas las áreas.
Al detectar cuántos muones atraviesan una zona determinada del subsuelo, los algoritmos desarrollados por AB Astra reconstruyen imágenes tridimensionales con contraste de densidad. Así se puede saber, por ejemplo, dónde quedó el agua o la arena tras una fractura hidráulica, cómo se empaquetó la formación, o incluso detectar vacíos, fallas o estructuras de interés en minería.
Más allá de Vaca Muerta
Pero la tecnología no alcanza hoy la profundidad completa de Vaca Muerta, sí puede aplicarse en zonas cercanas a bordes de cuenca o en pozos convencionales más superficiales, lo cual abre un campo de aplicaciones enorme. “Podemos correlacionar fracturas a 300 o 400 metros con datos de microsísmica y extrapolar lo que ocurre en la formación principal”, detalló Serrano.
“Por ejemplo, si fracturás y te queda tanta arena y agua en determinada proporción, eso se correlaciona con la productividad. Con nuestros sistemas podés tener ese mapa tridimensional", subrayó. (...)
Fuente: La Mañana de Neuquén
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