Argentina tiene su matriz energética fuertemente atada a los combustibles fósiles (gas, fuel, gasoil y carbón). Salta, con una capacidad de generación de 1.200 megavatios (MW) concentrada fundamentalmente en dos grandes usinas que funcionan con gas, Central Térmica Gemes (CTG) y TermoAndes, no es una excepción en el cuadro que se intenta revertir con Plan de Energías Renovables (RenovAr).
El citado programa nacional prevé una creciente participación de energías renovables que debería llegar hasta el 20% en 2025.
Ese objetivo es uno de los compromisos que asumió Argentina en la última cumbre del cambio climático en París. Para cumplir con la meta, se requerirán inversiones por unos 15.000 millones de dólares, durante los próximos ocho años, para construir y poner en marcha proyectos de generación limpia que comenzaron a adjudicarse en las sucesivas rondas licitatorias resueltas por el Ministerio de Energía de la Nación desde fines de 2016.
La planta fotovoltaica que empezará a construirse en Cafayate y los dos parques que tienen el inicio de obras programado para fin de año en San Antonio de los Cobres son parte del programa que tendrá 280 megavatios de energía renovable generados en Salta, a comienzos de 2020, de acuerdo con las últimas previsiones que Canadian Solar y Neoen comunicaron a los organismos competentes de la Nación y la Provincia.
Con los tres parques fotovoltaicos en funcionamiento, Salta tendría en 2020 una participación de generación renovable superior al 23% en la matriz energética de su nodo, cinco años antes del plazo tope establecido en la legislación que impone la incorporación progresiva de fuentes de generación renovable en el país.
Fuente: El Debate
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