Cuando el equipo de construcción de superficie de la empresa Devon Canadá comenzó sus pruebas en yacimiento con un nuevo método que construye rutas temporarias con mÃnimas perturbaciones, el acceso a la materia prima requerida no pudo haber sido mejor: estaba a su alrededor. El nuevo método implica trabajar con un mantillo de restos de árboles y convertir la fibra de madera resultante en un colchón para la ruta. El tamaño puede variar, con piezas desde una a tres pulgadas hasta dos pies. Si las condiciones son húmedas y el suelo extremadamente saturado, una madera “en pedazos†puede ser utilizada para hacer partes más largas del manto del camino.
Una vez que el acceso al área es reconocido y los árboles caÃdos movidos a un lado, una máquina especial trituradora trabaja a lo largo de la ruta de acceso, levanta un árbol, lo tritura y continúa hacia el próximo árbol. “Si no utilizáramos la madera que ha sido triturada, ésta subirÃa a la atmósfera como humo†explica Kevin Stark, el gerente de trabajos en superficie de Devon. Toda la madera que es comercializable se levanta y se vende. El proceso, que es ideal para áreas planas o con poca inclinación en alturas elevadas, puede reducir el ancho de un camino convencional de 20m de arcilla casi en un 50%. Reducir el ancho de la ruta de 20 a 10 metros suena dramático, pero es fácil ver de qué manera se logra.
Un camino convencional de arcilla, con arcilla a más de un metro de profundidad (dependiendo las condiciones) requiere de una extensiva y eficiente cuneta de drenaje, que representa la mayor parte del espacio usado por el camino. Un par de metros representan el grado de la pendiente y alrededor de tres metros se necesitan para la cuneta de drenaje (alrededor de cinco metros de cada lado del camino). “Pero con el mantillo el drenaje a cada lado del camino no es necesario. La humedad drena a través del mantillo y la zona de raÃces como lo hace la naturalezaâ€, comenta Stark.
Además de reducir drásticamente la modificación en términos de angostamiento de camino y la utilización de materiales que de otra forma subirÃan a la atmósfera en humo, también se logra bajar los niveles de perturbación en otros sentidos. Starks afirma que el riesgo de introducir nuevas especies en el área de la ruta en el proceso de recuperación es eliminado y la zona se mantiene sin alteraciones. “Se coloca el mantillo y las especies autóctonas pueden crecer a través de él; y cuando se abandona la locación, sólo especies ya existentes continúanâ€. La profundidad del mantillo va de 8 a 20 pulgadas.
En cuanto a la cantidad de arcilla, arena o arenisca requerida para un camino de arcilla convencional y a la reducción en las alteraciones, los resultados son más que impresionantes. La regla es que como mÃnimo se necesitan 10.000 metros cúbicos de arcilla o arena por km de camino, basados en un ancho de 20 metros. El método del mantillo también puede recortar costos globales de acceso. En un proyecto reciente, el costo de construcción del acceso fue de U$S57.000 (o U$S105 por metro). Los costos de recuperación fueron de U$S10.000 (o U$S19 por metro). Contrastar esto con valores de caminos convencionales, por los que Devon pagó por los costos de construcción alrededor de U$S100 por metro (pero con costos de recuperación alrededor de U$S100 más por metro).
Fuente: New Technology Magazine
2641 lecturas | Ver más notas de la sección Novedad Técnica