
Por la resolución 718, la SecretarÃa de EnergÃa reconoció que hasta 2014 el paÃs no tendrá gas suficiente para generar electricidad y por lo tanto las usinas térmicas seguirán funcionando con combustible lÃquido pesado y más contaminante.
La norma constituye un "paraguas legal" para que las generadoras continúen superando los lÃmites de emisión de gases contaminantes que se habÃan fijado en 2011. Además mantiene las condiciones para seguir comprando en forma directa a la venezolana PDVSA un fuel oil más pesado y con mayor contenido de azufre.
Para el ex secretario de EnergÃa Alieto Guadagni "la medida representa un nuevo fracaso del Gobierno en materia energética porque no puede cumplir con las regulaciones ambientales que se habÃa establecido en 2001". En tanto, para Juan Carlos Villalonga presidente de la ONG Los Verdes "la flexibilización de los lÃmites de emisión de gases significa otro retroceso que expone a un mayor riesgo ambiental a las poblaciones cercanas a las usinas". En medio de este escenario, trascendió que YPF estarÃa analizando reducir la calidad de su fuel oil con el fin de incrementar la producción destinada al mercado interno.
En marzo, la petrolera que estaba en manos de Repsol bajó de 96 a 93 el octanaje de la nafta súper y de esa manera pudo elevar algunos puntos la producción. Tras haber mantenido esa modificación, ahora la nueva YPF encabezada por Miguel Galuccio podrÃa aplicar el mismo criterio para el fuel oil. Según los especialistas del sector, con esta jugada que se ve facilitada por la norma de EnergÃa que permite combustibles más contaminantes, YPF podrÃa elevar en un 3% su producción de fuel oil. Como la mayor parte del fuel oil va a parar a Cammesa (la administradora eléctrica que provee el combustible a las usinas), el incremento en la refinación de YPF terminarÃa beneficiando al Gobierno, que se ahorrarÃa alrededor de US$ 250 millones por la menor importación de ese producto.
Fuente: ClarÃn
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