Las autoridades rusas han confirmado las muertes de los nueve mineros atrapados en una mina de potasio de la localidad rusa de Solikamsk, según ha informado este domingo la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti. La mina pertenece la compañía Uralkali, la mayor productora mundial de fertilizantes potásicos.

Los servicios de rescate localizaron de una sola vez a ocho de los nueve atrapados a primera hora de este domingo y después encontraron el último cadáver, de acuerdo con los investigadores del suceso, declarado el sábado en un segmento en construcción de la mina a unos 1.500 kilómetros al noreste de Moscú. Los bomberos todavía no han podido sofocar el fuego ni recuperar los cuerpos, que se encuentran a una profundidad de más de 360 metros, según las fuentes.

"Se hizo todo lo posible para sacar a nueve obreros de la mina, se hicieron seis intentos de acceder a ellos y apagar un fuego abierto; los rescatistas dicen que no quedan más posibilidades", ha apuntado el gobernador de la región de Perm, Maxim Reshetnikov, que ha trasladado sus condolencias a los familiares y amigos de los mineros. "Proporcionaremos toda la ayuda posible a sus familiares y cercanos que sea necesaria, di instrucciones correspondientes a los ministerios", ha señalado.

En primer momento, un portavoz del servicio regional de supervisión minera indicó que el incendio pudo haber sido provocado por una explosión de metano, tanto espontánea como a causa de incumplimiento de las normas de seguridad. Más tarde, el departamento regional de Emergencia descartó totalmente que se hubiera producido una explosión de metano.

Por su parte, la Fiscalía incoó un proceso penal por infracciones de las normas de seguridad durante la realización de trabajos mineros con resultado de muerte de tres o más personas. Todas las víctimas del accidente trabajaban para una empresa contratista que realizaba obras en el interior de la mina.