La precisión en la perforación siempre es importante, pero lo es especialmente en las laderas canadienses, en donde perforar un pozo puede costar más de 10 millones de dólares. La precisión depende de la habilidad de cartografiar el subsuelo, aunque esto sea un desafío muy importante en zonas geológicas tan complejas como las laderas.
Los problemas que se encuentran en zonas comunes aumentan dramáticamente en las laderas. Aún en las llanuras del sur de Saskatchewan es complicado trazar una imagen precisa del subsuelo por el hecho de que las ondas sísmicas no viajan a la misma velocidad en todas las direcciones.
Las ondas sísmicas que viajan paralelas a las capas de esquisto, por ejemplo, se mueven más rápidamente que las señales que dan en las capas perpendicularmente. En geofísica, esta variación de velocidad de onda sísmica con dirección se denomina anisotropía. Como los tiempos de desplazamiento de las señales sísmicas son, en efecto, las pinceladas que pintan un cuadro del subsuelo, la anisotropía puede llegar a distorsionar la imagen del subsuelo. En otras palabras, si uno perfora hacia el lugar en el que el objetivo aparece en los datos de sísmica, fácilmente puede fallar por diez metros.
En una geología simple de capas, la anisotropía puede provocar errores verticales en la información sísmica, lo que significa que dicha información puede representar incorrectamente la profundidad de una estructura. Pero en las laderas, la anisotropía puede ser inclinada, causando errores verticales y horizontales de posición. El resultado pueden ser multimillonarios pozos secos. De ahí que el problema para obtener imágenes del subsuelo precisas con anisotropía es particularmente malo en áreas de laderas. Para geologías complejas, el posicionamiento requiere métodos avanzados de captación de imágenes llamado migración. El más común de esos métodos es el de migración de Kirchhoff.
Los algoritmos del método de migración Kirchhoff pueden manejar los efectos de la anisotropía asociados con estas complejas estructuras, pero puede fallar al tratarse de otro problema causado por la complejidad de la geología – el problema de los múltiples caminos, afirma Richard Bale, geofísico en Calgary. Según Bale, el método Kirchhoff asume que la energía sísmica viaja por una sola ruta hacia el estrato geológico y de vuelta al geófono.
En geologías complejas, la energía puede en realidad desplazarse a través de varias rutas. El sistema Kirchhoff debe elegir solo una ruta, por eso puede perder aspectos importantes de la imagen. Desde que el problema de la anisotropía fue identificado en las laderas hace varios años, algunos geofísicos han dado con métodos de procesar la información sísmica para corregir la distorsión. Bale asegura que una técnica denominada “migración de ecuación de onda” ha sido utilizada de manera rutinaria por en el golfo de México hace pocos años para mejorar imágenes tomadas bajo depósitos de sal.
Bale y algunos colegas han estado trabajando para adaptar la misma tecnología a las laderas canadienses. Probaron su algoritmo de “migración de ecuación de onda” sobre datos internos de una revisión 3D de una cuenca en Copton, en Alberta. El conjunto de datos cubría una geología compleja de las laderas de Alberta entre los ríos Somky y Narraway. Los tests fueron hechos en un subconjunto de investigación que consistía en 34 líneas de tiro y 32 líneas receptoras cubriendo alrededor de 400 km2.
Detallaron su prueba en un informe presentado a la Sociedad Canadiense de Exploración Geofísica en la convención anual en Calgary en el año 2008. Concluyeron en que el método de “migración de ecuación de onda” tiene algunas ventajas sobre el método de Kirchhoff representando estructuras complejas.
Fuente: New Technology Magazine
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