Lograr un desarrollo sustentable es uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad; un desafío que no es simple, ya que involucra múltiples dimensiones. En 1987 la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (CMMAD) de las Naciones Unidas, presidida por la Dra. Gro Harlem Brundtland, presentaba el informe “Nuestro Futuro Común”, conocido como “Informe Brundtland”, en el que se difundía y acuñaba la definición más conocida del concepto: “El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
El gran desafío, entonces, consiste en compatibilizar las necesidades y aspiraciones de las sociedades humanas, con el mantenimiento de la integridad de los sistemas naturales, tarea compleja pero no imposible. Jason Beech, doctor en Educación de la Universidad de San Andrés, asegura que la educación podría ser una estrategia clave en la formación de personas con capacidades para mirar el mundo de forma diferente y, de este modo, diseñar soluciones que aborden el desafío de la sustentabilidad en su complejidad.
Cuando pensamos en educar para la sustentabilidad en los espacios educativos formales, nos encontramos con una gramática escolar en la que el conocimiento se encuentra compartimentalizado en disciplinas a cargo de docentes que generalmente no tienen ni el tiempo ni el espacio para planificar de manera conjunta, situación que da como resultado prácticas pedagógicas interesantes pero poco genuinas o transformadoras de la vida de nuestros estudiantes que generalmente alcanzan un resultado superficial y de poco impacto. La gramática escolar no es propicia para desarrollar las habilidades que se necesitan en estos proyectos. En este escenario, las propuestas de Educación para la Sustentabilidad suelen presentarse como un conjunto de acciones esporádicas generalmente vinculadas a las Ciencias Naturales, pero que no se conectan entre espacios curriculares.
Ahí está el desafío de las instituciones educativas. ¿Cómo promover la Educación para la Sustentabilidad dentro de la gramática de la escuela, para que los estudiantes vivan experiencias significativas, se apropien del conocimiento y sientan que sus elecciones y sus acciones cuentan y pueden hacer la diferencia? (...)
Fuente: Infobae
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