En vehículos o maquinaria de todo tipo, grandes o de unos pocos caballos de fuerza, simples o complejos, los motores están presentes en la vida cotidiana de la actividad petrolera. Tienen un uso constante, exigente y muchas veces en condiciones extremas. En consecuencia, el desgaste que sufren es importante.

Pequeños talleres mecánicos y tradicionales firmas del rubro tuvieron en los últimos años un incremento notable en la demanda, a raíz del renacer petrolero en la Cuenca Neuquina. Entre estos últimos se encuentra Cabarcos Motores, desde 1987 en General Roca pero que inició sus actividades en 1960 en la localidad bonaerense de Pehuajó. Presta servicios en Río Negro, Neuquén, La Pampa y Chubut.

"Para la industria petrolera tenemos un servicio que incluye extracción, reparación, puesta en banco dinamométrico, colocado y puesta en marcha de la unidad con entrega llave en mano ya sea de un camión, máquina, trineo, generador, camioneta o colectivo", señaló Daniel Fernández, gerente de la empresa.

También cuenta con un servicio de reparación de tapas de cilindro en 24 horas, provisión de todo tipo de repuestos y venta de motores nuevos, ya sea vehiculares o estacionarios. "Vamos a donde el cliente nos necesita para retirar el motor y devolverlo reparado, para lo que contamos con una flota de vehículos", explica Enrique Cabarcos.

"El mercado es bastante variado, por lo que atendemos tanto a empresas de servicio como directamente a las operadoras, así como también a concesionarios y talleres mecánicos que a su vez atienden ese mercado", señaló.

Como les ocurre a muchas pymes, también sufren la migración de personal. Fernández comenta que "no somos la excepción a la regla y a veces ocurre que gente formada se va a trabajar al petróleo por sueldos que para nosotros son imposibles de pagar", y agrega que prefieren tomar gente con formación técnica para trabajar en la empresa. "Si bien esto demanda un año y medio de inversión, logramos que el empleado cumpla con los requisitos de calidad y tiempos de entrega que tenemos como política de trabajo", indicó. Actualmente cuentan con 26 empleados.

Cabarcos comentó que en el último año notaron un aumento de la demanda "directamente relacionado con el rubro petrolero, compensando de alguna manera la caída producida en el sector frutícola de la zona".

Este crecimiento hizo que se ampliaran o surgieran muchos talleres nuevos. "Consideramos muy positivo que haya competencia, ya que nos lleva a estar atentos al mercado y a agudizar el ingenio para dar un servicio distinto, que cumpla con lo que quiere el cliente y a la vez tenga un agregado de valor que nos diferencie", indicó.

Por último, dijo que la mayor parte de las inversiones se realizó con recursos propios, aunque están evaluando la incorporación de nuevas máquinas, para lo cual podrían acudir a alguna línea de crédito.