Según técnicos de Petroecuador, que pidieron la reserva, el primer derrame de cuatro barriles se registró el pasado lunes 25 de julio por fallas en una válvula del oleoducto. El desperfecto afectó 50 m² de las instalaciones de Petroproducción, en un área cercana al campo Sacha Central que maneja la empresa mixta Río Napo.

Para remediar este accidente, Petroecuador pidió a Río Napo la asistencia de un camión succionador de crudo y la limpieza y descontaminación del área con desengrasante biodegradable, así como la reposición del suelo afectado.

Horas después se registró un segundo derrame de tres barriles, también en las instalaciones de Petroecuador, por una falla en el sistema informático que controla el oleoducto. Según los técnicos, este derrame afectó un área de 30 m², también cercana al campo Sacha Central. En el lugar se llevó a cabo el mismo procedimiento de limpieza que en el primer caso. Un último derrame de cuatro barriles se presentó el miércoles 28 de julio pasado, por una fisura en el oleoducto provocado por el impacto de un vehículo. Este derrame se dio en el sector de la parroquia Enokanqui y afectó 150 m² de un área cercana a la comunidad Nueva Jerusalén, en el límite de las provincias Orellana y Sucumbíos. Acción Ecológica denunció que aunque el derrame no afectó a las fincas de los campesinos, la soldadura instalada por los técnicos de Petroecuador no es lo suficientemente segura.

Fuente: El Comercio

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