
El accidente del Prestige dejó muchas lecciones en materia de seguridad marÃtima y llevó a las autoridades europeas a aprobar varios paquetes de medidas para evitar otro siniestro de similares consecuencias. A raÃz de la catástrofe se incrementó la vigilancia sobre el mantenimiento de los buques, ya que el siniestro del Prestige se achacó al mal estado del pecio, un refuerzo de los controles "que no impide, pero sà aminora, que se pueda volver a repetir este caso en circunstancias similares". Asà lo creen desde la Asociación de Navieros Españoles (Anave), que explica que el accidente del petrolero fue consecuencia fundamentalmente del mal mantenimiento del barco, a lo que se sumó una decisión errónea del capitán al lastrar el tanque simétrico (babor) para equilibrar el buque que estaba escorado a causa de una importante vÃa de agua.
En este caso, según un portavoz de Anave, hubo importantes similitudes con el accidente del Erika ocurrido en Francia en 1999, por lo que es "extraño que el capitán tomara una decisión que ya se habÃa demostrado errónea". Para los navieros, en cambio, en el accidente nada tuvo que ver el hecho de que el petrolero fuera monocasco (que quedaron prohibidos a raÃz del Prestige) porque los buques con doble casco solo están pensados para resistir golpes denominados de "baja intensidad", como los que se producen a poca velocidad y casi siempre en maniobras portuarias. En su opinión tampoco fue relevante que el buque tuviera unos 26 años, porque estaba aún dentro de su vida útil.
Fue un problema, insisten, de mantenimiento deficiente y de la poca vigilancia de la American Bureau Shipping (ABS) (la agencia que certificó que era apto para navegar) que dio el visto bueno a una serie de reparaciones que se hicieron en el Prestige de forma inadecuada. A partir de ese accidente los controles se han hecho más rigurosos tanto por ABS como por los propios estados de bandera. Un barco tiene más de 40 certificados, válidos para periodos de 4 a 5 años, que autorizan su navegación y que se refieren a temas como casco, comunicaciones, emisiones, sistemas contra incendios... Además, las autoridades de los puertos receptores pueden efectuar revisiones siempre que lo crean conveniente.
Fuente: La Opinión Coruña
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