Aunque sin consecuencias sobre la salud de las personas, el accidente que ocurrió ayer en un pozo de YPF en Loma Campana obliga a revisa la infraestructura de emergencia que tiene la localidad.

El llamado llegó al cuartel de bomberos de Añelo entrada la madrugada. El jefe Juan Barrera juntó a su equipo y partió rápidamente para la meseta, en la única autobomba que funciona, modelo 2011. El otro vehículo es de 1978 y se encuentra fuera de servicio.

"Estamos trabajando con poco recurso, con escaso personal", explicó la presidenta del cuerpo, Mirta Isaza. Contó que entre bomberos, cadetes y aspirantes existen 23 personas en tareas. Ayer por la mañana tuvieron que prender la sirena para convocar a los voluntarios.

"Las empresas nos han absorbido el personal. Obviamente no podemos competir contra sus sueldos", aseguró Isaza. Contó a su vez que YPF tiene sus propias autobombas. Por fortuna, las llamas que se registraron ni bien ocurrió la fuga no se extendieron y la intervención de los bomberos fue menor. Tampoco hubo heridos, por lo que no fue necesaria la asistencia de parte de los médicos del centro de salud.

De todas maneras, la situación sanitaria de Añelo es preocupante. Mientras el proceso de construcción del nuevo hospital avanza a paso lento, sólo dos médicos generalistas trabajan a tiempo completo en el centro de salud. Cualquier emergencia obliga al traslado en ambulancia al menos hasta Centenario, el hospital de complejidad más cercano.

"Si hoy -por el martes- hubiéramos tenido varias personas accidentadas, se nos habría complicado el traslado", detalló el director del centro sanitario, Rubén Bautista. El centro posee sólo dos ambulancias cuando debería tener cuatro o cinco. Las petroleras también poseen sus unidades, pero si hubiera un incidente masivo no podrían dar respuesta plena.