
La explosión de un auto con GNC en una estación de servicios de la ciudad de La Banda, en Santiago del Estero, provocó estupor y reabrió el debate respecto del uso irresponsable de este tipo de equipamiento.
Eran alrededor de las 11.20 cuando en uno de los surtidores de la expendedora de gas comprimido de la empresa Puerto GNC se había estacionado un auto Dodge 1500.
En el interior viajaban un matrimonio integrado por Marcelo Barraza (31) y Mónica Valoy (27). Junto con ellos iba José Carrizo (19), que dijo ser primo de Valoy y un niño de dos años que sería hijo de la pareja, informó el personal de la Comisaría 13 de esa ciudad.
El Dodge era de color azul y según la Policía tenía la patente UBO 503. La familia se había detenido para recargar gas al vehículo y -según explicó Carrizo al ser entrevistado por el matutino Nuevo Diario- cuando el playero quiso cargar el combustible, comenzaron los problemas que derivaron en la explosión del tanque.
El joven explicó que cuando conectaron la manguera para cargar el gas, el vehículo comenzó a hacer ruidos extraños. Fue por eso que Barraza, que era quien manejaba el auto, levantó el capot para revisar el motor. En ese momento Valoy caminó hasta la parte trasera del Dodge. Y en sus brazos tenía al niño. “Demoramos varios minutos en cargar. Ella (por Valoy) tenía la bebé en los brazos y se fue para la parte de atrás. Él (por Barraza) estaba parado al lado mío porque estaba viendo la batería del auto. Al vehículo lo habían comprado hacia unos pocos días, pero no se si tenían la oblea de autorización al día”, dijo Carrizo.
Fue en ese momento en el que se produjo la explosión. El vehículo quedó destrozado. Valoy perdió las piernas que, según se la Policía, fueron encontradas a varios metros de la estación de servicio. Su marido, en tanto, perdió un ojo y otras tres personas sufrieron heridas de diferente intensidad.
El diario santiagueño Nuevo Diario consigna que la explosión se sintió en un radio de 10 cuadras. Según la investigación policial, el tubo de gas no pertenecería a ese vehículo, que tampoco tendría la oblea de revisión técnica anual obligatoria al día.
Este hecho no es nuevo, ya que cada año ocurren situaciones similares en diferentes ciudades del país. Sin embargo, si uno cumple con las verificaciones pertinentes, no debería haber motivo de alarma.
“En este caso en particular, que recién me entero por las noticias, no tengo conocimiento qué pasó. Pero sí aseguro que todos los accidentes que han ocurrido en el país con el tema del gas se debieron generalmente por gente que no cumplió con las normativas de Enargas. Es decir, gente que no hizo los ensayos que correspondían, o no hicieron la revisión anual de la oblea”, señaló Elidio Antonio Miotti, ingeniero y representante técnico del centro de reprueba de cilindros de GN y PEC.
“Ha ocurrido en Buenos Aires un accidente en el que murieron dos personas, que era un cilindro rechazado por el centro de reprueba, que le hace un corte al tubo. Y el señor, para usarlo, le hizo un parche, lo soldó. Entonces cuando cargó gas, explotó”, recordó Miotti, sobre otro caso.
“Otros casos son los de cilindros que son para gas licuado –que es una presión menor– y que han intentado cargar GNC, que tiene una presión de 200 bar. Entonces el cilindro no resistió la presión para la que
está calculado”, explicó el ingeniero. Miotti sostuvo que si se cumplen los controles indicados por Enargas, estas explosiones no debieran ocurrir.
QUÉ HACER
Los controles que se deben realizar son: cada cinco años se debe llevar el cilindro a un centro de reprueba donde los especialistas realizan controles interiores, externos, ensayos, prehidráulica, control de espesores, si hay fisuras, etcétera. Si supera la prueba, se prolonga la vida útil del cilindro cinco años más y, en caso contrario, se lo retira.
Además, cada año se debe controlar el auto para ver si el equipo de GNC está en condiciones, si está bien instalado, si no hay pérdidas de gas, etcétera. Los talleres de instalación de equipos de GNC deben estar habilitados por Enargas y haber pasado los controles de
PEC (productos de equipos completos).
“Nosotros hacemos controles de gases mediante una detección con espuma. También sobre cómo está instalado el equipo de GNC: que no esté cerca de un centro de ignición como la batería o algún cable que esté rozando algún caño de gas, entre otras cosas”, indicó Augusto Olano, jefe técnico de Oyrsa GNC. Y añadió: “Se tienen que reunir condiciones físicas –la cantidad de poco aire que haya y mucho gas que pierda– para que pueda explotar. En una cochera cerrada puede ser, pero al aire libre es difícil”.
Sobre si el conductor puede percibir algún problema, Olano sostuvo que puede llegar a percibir olor a gas o escuchar algunas válvulas que hacen ruido cuando hay mayor presión. En ese caso debe acudir urgente a un taller de instalación y revisión de equipos de GNC.
Otro consejo al momento de cargar GNC en la estación: “Yo veo que mucha gente, cuando se baja del auto a cargar gas, se queda apoyada sobre el baúl del auto. Yo recomendaría alejarse unos metros por cualquier problema que surja”, recomendó Miotti.
CONTROLES
Tubo de gas. Cada cinco años se debe llevar el cilindro a un centro de reprueba para controles. Si supera la prueba, se prolonga la vida útil del cilindro cinco años más, y, si no, se lo retira.
Equipo de GNC. Cada año se debe controlar el automóvil para ver si el equipo de GNC está en condiciones, si está bien instalado y si no hay pérdidas de gas.
Talleres de instalación. Deben estar habilitados por Enargas.
Carga. Recomiendan que la gente no se apoye en el baúl al cargar el gas. Es mejor alejarse unos metros del auto.
MUY UTILIZADO
Según datos de la Cámara Argentina del GNC en el país alrededor de 1,5 millón de vehículos utilizan gas, un 20% de la población vehicular del país. A su vez, destaca que los accidentes suelen ser muy esporádicos en los vehículos que usan este combustible si cumplen con todos los controles de seguridad.
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) sostiene en sus informes que la probabilidad de que ocurra un accidente de estas características suele estar vinculado con la negligencia humana en el manejo de esta tecnología. Según la entidad, los casos frecuentes de fallas en el sistema son: explosión del cilindro y aplastamiento
.
En el primer caso, Enargas informó que no existen registros de explosiones espontáneas. Por lo general, estos casos se dan al realizar la recarga de combustibles en vehículos que sufrieron modificaciones por talleres no autorizados, o bien por talleres habilitados con una forma de trabajo negligente. En el segundo caso (el aplastamiento del cilindro) suele estar vinculado con una mala colocación del cilindro de GNC, sin seguir las normas de seguridad exigidas.
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