Son días complicados para las empresas petroleras en nuestro país. En el presente informe se dará cuenta de cómo la semana pasada se procedió a la clausura de la refinería de Shell en Dock Sud, porqué Esso anunció que vende sus activos en el país y los motivos por los cuales Repsol YPF tiene problemas por un contrato de extracción de gas en Argelia. También las perspectivas bursátiles y la reacción del mercado financiero ante estos sucesos.

 

Presiones a Shell

 

El Gobierno nacional embistió una vez más contra la petrolera angloholandesa, radicada en Argentina desde 1914, como lo viene haciendo desde hace un par de años. Hay que recordar que en el mes de Marzo de 2005, y ante un aumento en el precio de los combustibles, el Presidente Néstor Kirchner llamó a hacer un boicot contra Shell al cual se sumaron varias agrupaciones piqueteras, sobre todo la encabezada por el diputado Luis D´Elia. Pero no fue el único conflicto en el cual estuvieron involucradas ambas partes, sino que en el mismo mes pero del 2006, ante la falta de gas oil, el Gobierno lanzó inspecciones contra las petroleras, cayéndole todas las multas a Shell.

 

Siguiendo esta tónica de enfrentamientos, el miércoles pasado se procedió a la clausura total y en forma preventiva de la refinería de Shell en Dock Sud, sobre la base de un informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, que preside Romina Picolotti.

 

Ante esta situación comprometida Shell prometió un plan de inversiones por 60 millones de dólares, y le presentó a Picolotti, un plan de saneamiento y mejoras en su refinería de Dock Sud, lo cual le permitiría reabrir la planta en las próximas horas.

 

El plan está destinado a desarticular los argumentos que dieron pie a la clausura preventiva total de su planta, el miércoles pasado. Sólo resta que pase la revisión técnica para levantarse la clausura.

 Esta situación traerá alivio a los dueños de estaciones de servicio, que habían denunciado faltantes en gasoil y naftas.

 

La principal acusación lanzada por el Gobierno es que Shell "no tiene permiso para extraer agua del Canal Dock Sud ni del Río de la Plata: por lo tanto con los 18.400.000 litros de agua por hora que extrae, está incumpliendo con el "Código de Agua de la Ciudad de Buenos Aires". Según el informe elevado por Romina Picolotti, el agua empleada por la petrolera "equivale a la cantidad utilizada por una ciudad de 1.100.000 habitantes". Pero en lugar de proceder a multar a la empresa y obligarla a obtener el permiso municipal, la decisión fue el cierre de la refinería.

 

Entre los otros ítems mencionados en el comunicado oficial, se mencionan "pérdidas y derrames constantes" y que "las pruebas de suelo tomadas acreditan contaminación". Pero no se explicita en qué lugar de la refinería se constataron los derrames y si no hubiera sido posible un cierre parcial de las instalaciones contaminantes Fuentes oficiales aclararon que la medida no tendrá una duración superior a los tres días; y a su vez anticiparon que también se clausuraría la planta de despacho de Petrobras en Dock Sud, lo cual agravaría la falta de combustibles.

 

 

La clausura de la refinería no es la única medida adoptada por el Gobierno contra Shell por estos días.

 

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ratificó hace dos semanas ante el juez Marcelo Aguinsky la denuncia presentada por desabastecimiento contra el directorio de la petrolera, sin hacerlo sólo contra el presidente de la empresa, Juan José Aranguren.

 

El titular de Shell en el país, había solicitado al magistrado a cargo del Juzgado Penal Económico número 6 asumir los cargos en forma unipersonal, pero en forma privada, Guillermo Moreno habría comentado que Aranguren "estaba de viaje cuando se cometieron algunas de las infracciones que constatamos", por lo que espera que el juez "entienda que una persona jurídica está representada por todo el directorio y no sólo por su presidente".

 

En tanto para los directivos de la petrolera la ratificación de denuncia abre un difícil panorama legal, por lo que la empresa presentará recursos de amparo y apelaciones. En este marco el presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, aseguró el miércoles pasado que la empresa acatará lo dispuesto por la justicia, porque "somos respetuosos de las decisiones adoptadas". Ésta declaración está en relación con el fallo que rechazó la acción de amparo presentado contra la Secretaría de Comercio Interior, pero adelantó que presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema.

 

Para Aranguren, acatar la decisión judicial "no es obstáculo para que continuemos defendiendo nuestro derecho de operar dentro del marco de la ley vigente".

 

El miércoles la Justicia rechazó una acción de amparo presentada por la empresa contra la Secretaría que preside Guillermo Moreno por presunta arbitrariedad en el trato dispensado a Shell, en la aplicación de controles en el marco de la Ley de Abastecimiento, en el caso de provisión de gasoil al mercado interno. Al respecto, el presidente de la compañía en el país se refirió que "junto con la acción de amparo, Shell interpuso un recurso extraordinario ante la Corte Suprema para que se expida respecto de nuestro planteo judicial por la demora injustificada de la Secretaría en elevar a la Justicia las apelaciones presentadas en diciembre del 2006, ante esa autoridad administrativa, por las 23 multas impuestas a Shell en dicho año".

 

 

Pero no solo estas medidas fueron tomadas por el Gobierno a través de la Secretaría de Comercio Interior, sino que el miércoles 5 de septiembre por la noche el Estado nacional embargó las estaciones de servicio pertenecientes a Shell ubicadas en Avenida Figueroa Alcorta 3.091 y Avenida Del Libertador 5,414, a fin de garantizar su acceso a la Justicia por las apelaciones presentadas como consecuencias de los incumplimientos a la ley 20.680"(Ley de abastecimiento interno), señala el comunicado oficial.

 

 

"No nos vamos del país, pero no puedo asegurar que nos quedaremos otros 93 años", afirmó Juan José Aranguren, presidente de Shell en Argentina. Los que no pueden asegurar lo mismo son los directivos de la petrolera Esso, que hace dos semanas anunciaron que la empresa venderá sus activos en el país y se retirará del comercio de los combustibles a nivel local.

 

La operación fue encargada al banco JPMorgan, que está ofreciendo esos activos, que incluyen la refinería de Campana, las 90 estaciones propias de servicio y la red de más de 500 bocas franquiciadas, con lo que tiene un 12 por ciento del mercado local de combustible.

 

Tomas Hess, director de Asuntos Públicos de la firma, afirmó que por ahora no puede confirmar o negar la operación ya que como política de la empresa, ExxonMobil no hace comentarios públicos sobre rumores o especulaciones". Sin embargo, JPMorgan ya entró en contacto con posibles interesados, ofreciendo los activos por un precio que rondaría los 200 millones de dólares. Si bien la cifra parece baja respecto a los 3.500 millones en que se negocia el 25 por ciento de YPF, debe considerarse que Esso no tiene petróleo propio en la Argentina, contando sólo con campos de gas en Salta y Neuquén. Sin embargo posee la refinería, estaciones de servicio, tres terminales de despacho en Campana, Bahía Blanca y San Lorenzo, y dos despachos de combustible aéreo.

 

Motivos de la partida

 

Una de las razones fundamentales por la cual la petrolera norteamericana se va del país es que en la Argentina los precios de los combustibles son hasta 50% más bajos que en los países limítrofes. Eso deja márgenes muy acotados a todo el sistema, y de allí la permanente queja de falta de rentabilidad de las estaciones de servicio, apretadas por las refinerías, que también tienen límites ajustados, formándose un círculo vicioso en el cual ninguna de las partes salen favorecidas. Aunque la compensación está en los despachos al exterior, que marca el ritmo del mercado de combustibles en el país es donde el gasoil, el más demandado.

 

Esso sigue teniendo excelente rentabilidad ya que para abastecer al mercado, las refinerías funcionan al 100% de su capacidad. Pero por cada litro de gasoil procesado, producen otro de nafta, sin poder cambiar esa relación. Como nafta se consume menos, queda un excedente. Y eso lo despachan al exterior, cobrándolo a precios internacionales cuando el petróleo utilizado fue pagado a valores locales. Pero el problema no es de la rentabilidad a corto plazo sino a mediano, ya que desde la empresa dijeron que la misma se está acabando, por dos razones: por un lado, el petróleo usado para refinar es de la categoría liviana, y de ése queda cada vez menos en el país, por lo que en uno o dos años deberá ser importado. Y los márgenes de precios entonces desaparecen. Además la demanda de nafta crece a un 17 o 18% anual, por lo que cada vez quedan menos excedentes para exportar.

 

La búsqueda de compradores para el negocio de Esso en la Argentina ya comenzó a agitar nombres. Y entre los apellidos locales que circulan cada vez que una petrolera se pone en venta, en el mercado destacan al tándem Enarsa/PdVSA por encima del resto.

 

Las causas son casi obvias: ya que desde hace un buen tiempo, la venezolana intenta sin éxito entrar en el mercado de combustibles. En el año 2001, anunció que iba a abrir hasta 600 estaciones. Y en 2004 intentó quedarse con el negocio de Shell. Pero hoy sólo tiene dos bocas en sociedad con Enarsa, y es dueña de la casi desconocida Sol.

 

La compra de Rhasa en sociedad con la argentina es otra de las cartas que se juega la empresa que está en manos de Hugo Chávez, para concretar el desembarco local, algo que ya consiguió Petrobras, su competidora regional en el negocio energético. Pero indefiniciones de los Sambucetti, dueños del negocio, demoran la decisión.

 

Los activos de Esso están en línea con el interés de PdVSA y Enarsa ya que si bien no se iniciaron negociaciones no las descartan en absoluto.

 

Repsol en conflicto con empresa argelina

 

La Comisión Europea está recabando toda la información posible sobre la rescisión argelina del contrato gasístico que mantenía con Repsol YPF y Gas Natural, según el portavoz de Energía del ejecutivo comunitario, Ferrán Tarradellas. La compañía estatal argelina Sonatrach comunicó a Repsol YPF y Gas Natural su decisión de poner fin al contrato suscrito con ambas para desarrollar el proyecto integrado de gas natural de Gassi Touil, Argelia, que se adjudicaron en 2004 en un concurso internacional.

 

El proyecto del consorcio formado por las dos compañías tenía previsto una inversión de 2.570 millones de euros (u$s3.480 M), según fuentes argelinas. Hasta el momento, las dos empresas habían invertido 442 millones de euros divididos en virtud de su participación, según afirmaron fuentes de Repsol a Servimedia.

 

Una asamblea de accionistas de Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR), dedicada a la producción de cemento e hidrocarburos, aprobó un aumento de capital social por hasta 930 millones de pesos, primer paso en el proceso de oferta pública de acciones en los mercados local e internacional. La ampliación de capital por la suma mencionada se concretará mediante la emisión y colocación de 930 millones de acciones ordinarias Clase "B", con derecho a un voto y de valor nominal un peso.

 

También se convalidó la propuesta del directorio de solicitar la autorización de efectuar oferta pública ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) y ante la Comissão de Valores Mobiliários de Brasil (CVM).

 

La asamblea delegó en el Directorio las facultades necesarias para implementar el aumento de capital y determinar la forma y época de emisión de acciones. Por otro lado, en la reunión realizada el pasado miércoles se aprobó la ampliación del Programa de Emisión de Obligaciones Negociables (ON) de 50 a 250 millones de dólares, teniendo en cuenta la exitosa colocación que PCR concretó entre octubre de 2006 y principios de este año.

Perspectivas financieras de las empresas petroleras

 

Las petroleras no están pasando un buen momento en el país. Mientras Shell tiene su refinería clausurada y estaciones de servicio embargadas, la norteamericana Esso se marcha del país por falta de rentabilidad. Esa es la principal causa por la cual las petroleras no tiene buenos rendimientos en el país ya que desde la devaluación los precios de los combustibles están parcialmente "congelados", mientras que en el resto del mundo, incluidos los países limítrofes, los precios se corresponden con el valor internacional del crudo que ronda entre los 70 y 75 dólares.

 

Otro de los puntos importantes a tener en cuenta es que en el largo plazo Petrobras puede verse favorecida, porque ante la reimportación de petróleo por parte de nuestro país posibilita una eliminación de retenciones y un achicamiento de inversiones en el sector. Esto lleva a que la petrolera del Brasil aumente sus ganancias y por lo tanto su rentabilidad en el sector. Además siendo Petrobras una empresa estatal de Brasil, se eliminan las probabilidades de que sea tratada como una petrolera americana o europea.