
Las empresas se han valido del green marketing al apelar a proyectos de desarrollo sustentable, un concepto global que abarca políticas de gobierno corporativo, transparencia, responsabilidad social, ética, eficiencia energética, desarrollo de tecnología y fuentes alternas de energía.
Para las petroleras, esto redunda en la rentabilidad del negocio y en su imagen corporativa. Una audaz manera de ganarse algunas simpatías, en un mundo ganado a la idea de que las empresas explotadoras de recursos naturales no renovables o empresas extractivas son las principales causantes de los gases con efecto invernadero, el ingrediente principal del calentamiento global.
No es casual entonces que, a través de una minuciosa visita a las páginas web de las más importantes petroleras del mundo, se pueda apreciar el rostro verde de las compañías y cómo la sustentabilidad es bandera de sus campañas publicitarias.
CAMPAÑA POR LA EFICIENCIA
La postura de las compañías petroleras en Estados Unidos y Europa, en lo que respecta a sus campañas de publicidad, gira en torno al uso eficiente de la energía y el desarrollo de nuevas fuentes.
Shell, ExxonMobil, Total, ConocoPhillips, British Petroleum y Chevron, entre otras, son hoy día partidarias a usar menos combustible y electricidad, establecer políticas para la captura y almacenamiento de dióxido de carbono, evitar derrames de crudo y proteger la biodiversidad, además de invertir en el desarrollo de combustibles alternativos como los biocombustibles, energía solar y energía eólica.
“Hay seguridad energética, donde hay diversidad energética”, es el slogan promovido por BP. Y un mensaje clave de la nueva campaña, según explica la empresa en su website, es que “una mayor seguridad en el suministro energético requiere inversión, tanto en las formas existentes como en las formas alternativas de energía”.
El gasto operativo ambiental de BP en 2008 fue de 755 millones de dólares y la empresa planea invertir 8 mil millones de dólares en los próximos 10 años para proveer electricidad a través de energía eólica, solar, hidrógeno y gas natural. Unos 500 millones de dólares se destinarán exclusivamente al desarrollo de biocombustibles avanzados.
La campaña de ExxonMobil no discrepa mucho de la anterior. Sus avisos están enfocados en temas como biocombustibles avanzados, inversión en nuevas fuentes de energía, seguridad energética, captura del CO2, energías limpias y tecnología avanzada de hidrógeno.
Esta compañía, que el año pasado registró un gasto operativo y de capital en materia ambiental de 5.200 millones de dólares, prevé invertir 100 mil millones de dólares en proyectos para el desarrollo de nuevas energías. En un lapso de entre 5 y 6 años, 300 millones de dólares serán destinados a Synthetic Genomics, un proyecto de generación de biocombustibles a partir de algas.
SUSTENTABILIDAD MEDIDA
En 2008, Shell continuó dentro de los índices FTSE4 Good, Índice de Sustentabilidad Dow Jones y el Índice de Goldman Sachs, en el que ocupó el segundo lugar de un total de 59 petroleras. Este índice mide la inversión sostenible del sector energético y califica a las compañías de acuerdo a 28 indicadores en 5 categorías: gobierno corporativo, liderazgo, trabajadores, comunidad y ambiente.
El estudio de la consultora Management & Excellence sobre las Compañías Petroleras más Sustentables y Éticas a escala mundial, realizado en conjunto con el centro de investigación de Oil & Gas Journal, establece un ranking que señala que, en 2008 -último reporte disponible-, la primera compañía de la lista es la brasilera Petrobras.
Aunque todavía muchas personas no se tragan el cuento de las “petroleras verdes”, es un hecho que las compañías se ocupan más de los asuntos que le preocupan a la sociedad, no sólo por un asunto de mercadeo, sino también para garantizar su supervivencia, pues requieren ser más competitivas dentro de una aldea global en la que el orden político, económico y social es una constante vorágine.
LA OTRA PDVSA
A juzgar por los pasivos ambientales heredados y los generados, los accidentes operacionales que ocurren con frecuencia en las refinerías de PDVSA, podría pensarse que la estatal está muy lejos de los estándares de sustentabilidad que hoy rigen a la mayoría de las compañías petroleras internacionales.
Sin embargo, este año, por primera vez, PDVSA presentó un balance social y ambiental que recopila información sobre su gestión en esas áreas, en aras de mejorar sus niveles de transparencia frente a otras grandes competidoras de talla mundial. Y el reporte, enmarcado en los principios socialistas, destaca que entre 2006 y 2008, PDVSA destinó más de 1.400 millones de dólares a programas de educación ambiental y otros 70 millones de dólares a la gestión de las corrientes de desecho.
Además, en igual período, manifiesta haber llevado a cabo 13 estudios de línea base socioambiental y utilizado 69 estaciones de monitoreo para la evaluación de la calidad del aire en las áreas operacionales. Uno de los grandes objetos de observaciones internacionales a PDVSA es la gran contaminación de fosas ambientales en Venezuela, por lo que, en 2008, la petrolera saneó 2.692 fosas petrolizadas.
También constituyó la reserva económica de pasivos ambientales, con la cual se han acumulado, al 1° de diciembre de 2008, recursos por más de 1.500 millones de dólares, para intentar saldar la deuda ambiental de aquí hasta 2012, lo que incluye el saneamiento de otras 10.906 fosas. A pesar de eso, queda mucho por andar.
RANKING MANAGEMENT & EXCELLENCE
1. Petrobras
2. Total
3. BP
4. Statoil
5. Shell
6. ENI
7. Repsol
8. OMV
9. Chevron
10. ConocoPhillips
11. ExxonMobil
12. Pemex
13. Marathon
14. Lukoil
15. Enap
16. Gazprom
17. Petrochina
18. Adnoc
19. Saudi Aramco
20. PDVSA
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