
El barco solar más grande del mundo, que zarpó de Mónaco en septiembre de 2010, pasando por Estados Unidos, Colombia y Panamá, sigue navegando, surcando actualmente los mares de Australia, en una vuelta al globo para demostrar que ya se cuenta con la tecnologÃa necesaria para innovar en el campo de la propulsión.
El "PlanetSolar", ya en la ruta de regreso, es esperado en abril de 2012 en Mónaco, al término de un periplo de unos 50.000 km, explica el "ecoaventurero" Raphael Domjan, quien lanzó este proyecto.
Cubierto de 540 m2 de paneles solares de alto rendimiento, el barco solo utiliza la energÃa del sol para avanzar, y salvo la estufa, que es de gas, todo funciona gracias a sus rayos: el agua, la electricidad, el teléfono. En momentos en que el avión experimental Solar Impulse de su compatriota Bertrand Piccard es el invitado de honor del Salón Aeronáutico de Le Bourget, el catamarán de lÃneas futuristas prosigue su conquista de los océanos del globo propulsado por el astro rey. "El objetivo final es idéntico", admite Raphael Domjan, de paso por ParÃs después de haber tenido que desembarcar hace dos semanas por razones de salud.
El objetivo de su proyecto es "demostrar que ya tenemos las tecnologÃas para hacerlo. Son tecnologÃas que todo el mundo puede comprar en un supermercado. Tenemos ya todo lo que es necesario para cambiar", afirma el aventurero rubio de 39 años, convencido de las perspectivas que ofrece la energÃa solar. El catamarán de 30m x 16m cruzó el Atlántico hasta Miami (EEUU), luego llegó a Cancún (México) y Cartagena (Colombia) antes de cruzar el Canal de Panamá en enero. Desde entonces ha hecho escala en la Polinesia francesa, en Numea y luego en Brisbane (Australia) y actualmente navega cerca de Papúa Nueva Guinea.
La tripulación, de seis hombres durante la travesÃa del Atlántico, es ahora de cuatro, para demostrar "que no se necesita una tripulación numerosa para hacer funcionar esas tecnologÃas". "PlanetSolar" ha navegado a una modesta velocidad de 5 nudos en promedio (10 km/h) en los 30.000 primeros kilómetros recorridos. El interés no es lograr deshacerse por completo del combustible, dice Domjan sonriente, "Magallanes ya le habÃa dado la vuelta al mundo con energÃa renovable", pero la navegación a vela no permite ir en todas las direcciones y depende por completo de la fuerza de los vientos. El inventor del barco solar recalca que su nave puede almacenar energÃa y seguir avanzando a una velocidad normal durante tres dÃas y hasta una semana a velocidad reducida en caso de cielos nublados.
Fuente: Diario RÃo Negro
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