
Según datos oficiales de la Secretaría de Energía, en 2021 existían 1526 establecimientos de este tipo en todo el país; hoy quedan unas 1002, lo que representa una caída cercana al 20 por ciento . Este descenso no solo se explica por una cuestión de rentabilidad, sino también por una transformación del mercado que empuja a muchos operadores que aún tienen espaldas económicas, a optar por el embanderamiento con compañías tradicionales que ofrecen abastecimiento garantizado y mayor respaldo.
Con precios mayoristas a la baja, las Estaciones Blancas se adelantan al mercado Al no estar atadas contractualmente a las grandes compañías, lograron beneficiarse antes que las embanderadas cuando los valores disminuyeron en los surtidores. Ver mas Sin embargo, el proceso no es indoloro. César Gaitini , conocido vecino expendedor de la provincia de Santa Fe, tuvo que cerrar definitivamente su estación blanca a fines de 2023. “
Fue después de un largo desgaste. El precio mayorista estaba un 60 por ciento por encima del precio al público, y no teníamos espalda para seguir. Decidimos cerrar y hoy solo mantenemos abierto el minimercado como opción gastronómica y de café ”, relató a surtidores.com.ar . Su caso no es aislado.
En el último año, bajaron sus persianas 45 estaciones sin bandera, con la provincia de Buenos Aires encabezando la lista de pérdidas, con 19 puntos operativos menos. La mayoría son pequeñas empresas familiares que no lograron adaptarse a los márgenes reducidos ni acceder a precios competitivos. Alejandro Di Palma , empresario del sector en San Lorenzo, también tomó la difícil decisión de cerrar su estación. “
Hoy solo sobrevive el que tiene toda la familia al frente: el dueño cargando, la señora en el shop, el hijo limpiando baños. Si no vendés 350 mil litros por mes, no hay cómo sostener la estructura ”, explicó a este medio. Estaciones de servicio blancas evalúan acciones corporativas para enfrentar la crisis En medio de la constante depreciación del volumen de ventas que afecta al sector de las expendedoras sin bandera, los propietarios de estos establecimientos están evaluando un formato de trabajo en conjunto que les permitan sortear las dificultades económicas.
En paralelo, el rubro está viendo emerger una tendencia creciente hacia el embanderamiento . Unas 250 estaciones que hasta hace poco eran blancas hoy operan bajo marcas reconocidas, en busca de estabilidad y una mayor llegada al consumidor. Para muchos, esta reconversión fue la única alternativa para evitar el cierre. Además, en foros digitales de operadores independientes, se comparten experiencias y datos crudos del sector. Desde Mendoza, un empresario detalló los costos reales de cerrar una estación dual: “ 12 m%B3 mensuales de líquidos, 28.000 m%B3 de GNC, cinco operarios, indemnizaciones por $120 millones y un predio que no se vende ni a mitad de su valor histórico ”. Frente a ese escenario, la permanencia muchas veces depende de fórmulas mixtas : alquileres de locales, lubricentros, tiendas de conveniencia y servicios complementarios que amortigüen la baja en la rentabilidad del combustible.
Fuente: Surtidores
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