
El Ministerio de Medio Ambiente australiano ha informado de muertes de aves que entraron en contacto con el crudo derramado. La fuga, generada en un pozo de la Cuenca de Montaro, frente a las costas occidentales de Australia, ha estado fluyendo por más de cuatro semanas y se estima que, por lo menos 1.200 toneladas de crudo, han ido a parar al mar.
Un grupo ambientalista de ese paÃs ha informado que varios grupos de pescadores han comenzado a traer animales muertos como resultado del derrame y han expresado su preocupación por la posible afectación de peces, delfines y ballenas.
La Senadora Rachel Siewert acusó al gobierno federal de no estar haciendo lo suficiente para monitorear el impacto ambiental producido por el accidente.
El Ministerio ambiental, por su parte, ha dicho que estableció un centro de respuesta para atender animales afectados pero que, hasta el momento, no se han detectado casos de ballenas u otros cetáceos. La Autoridad MarÃtima Australiana mantiene vuelos diarios de monitoreo sobre la zona del derrame.
La fuga de petróleo se inició el 21 de agosto y, pocos dÃas después, la plataforma de perforación “WEST ATLAS†fue evacuada por razones de seguridad. La operadora de la plataforma aclaró que la fuga no proviene de la misma, sino de la cabeza de pozo de la Plataforma “MONTARAâ€.
Actualmente se trabaja en la perforación de un nuevo pozo para aliviar el flujo de petróleo y gas, y facilitar asà la recuperación del control sobre el pozo que produce el derrame. La nueva perforación interceptará al pozo que ocasiona del derrame, a 2.6 kilómetros de profundidad bajo el fondo, permitiendo la inyección de barros pesados para detener la fuga. Se estima que la tarea demandará otras tres semanas y media.
Fuente: Nuestro Mar
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