
La iniciativa se acelera en medio de la tensión que atraviesa el interior por problemas de abastecimiento de garrafas y las interrupciones en el suministro de gas natural por red. Cerca del 50% de la electricidad se produce en el país con ese combustible. Por eso toma relevancia el proyecto: la incorporación de alternativas para la generación eléctrica se presenta como una parte de la solución a la escasez de insumos energéticos. Según Ámbito Financiero, la puesta en marcha de las plantas, que estarán operativas a fines de 2011 en las ciudades de Bragado, Bellavista, San Lorenzo y Paraná, les corresponderá a Emgasud y a la firma Nor Aldyl.
Las usinas estarán equipadas con motores de la marca finlandesa Wartsila, capaces de generar electricidad con aceite de soja y otros combustibles orgánicos (como biodiesel). Es la primera vez que en Latinoamérica se pondrá en marcha una unidad de este tipo. Sí existen centrales que producen energía a través de biocombustibles. Es el caso de la planta inaugurada en julio por el Ministro de Planificación, Julio De Vido, en las instalaciones de AES en San Nicolás o el de una pequeña central que Petrobras controla en Brasil, que utiliza etanol. Pero hasta ahora ninguna usina era capaz de funcionar directamente con aceite oleaginoso. Las centrales, que demandarán alrededor de u$s 150 millones, se financiarán con fondos de la Corporación Andina de Fomento y otros bancos internacionales.
Fuente: El Inversor Enérgetico & Minero
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