Han pasado cinco años, pero Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez vivirán siempre en la memoria de familiares y amigos, que este domingo han querido realizarles un sentido homenaje. Una fría mañana en la que justo se cumplen cinco años del fatal accidente del Pozo Emilio del Valle, de la empresa Hullera Vasco Leonesa y que se suma a la triste lista de víctimas de la mina.

Con un acto muy emotivo, el recuerdo ha consistido en una colocación de flores en el monolito donde se recuerda a quienes han sido los últimos fallecidos de la minería leonesa.

El accidente todavía está pendiente de juicio tras haberse suspendido este año, aunque podría celebrarse este 2019. Según las últimas informaciones, el fiscal pide más de 52 años de cárcel y dos millones de euros de indemnización. Además, la imputación que determina la existencia de seis delitos de homicidio con imprudencia grave y otros de lesiones por imprudencia y argumenta que se trabajaba sin las medidas de seguridad adecuadas, poniendo en grave peligro la vida, la salud y la integridad física de los mineros, como fatalmente ocurrió, alcanza a 15 acusados, según la decisión de la jueza, que lleva el caso en el Juzgado de Instrucción número 4 de León.

Un accidente que conmocionó a la localidad de Las Ventas de Albares, que se divide entre los municipios de Torre del Bierzo y Bembibre. De allí era Carlos Pérez, que estaba casado y tenía dos hijos, una niña de 16 y un niño de 13 años. Manuel Moure era de Ciñera de Gordón, donde era muy conocido. De familia minera, tenía 39 años y acababa de ser padre de una niña hacía escasas semanas cuando falleció. De Robles de la Valcueva (Matallana del Torío) era Antonio Blanco, de 42 años. Casado y con una niña vivía en León pero casi a diario subía a su pueblo. La consternación también llegó a la localidad de Fontanos, del municipio de Garrafes del Torío. De allí era Roberto Álvarez que, con sólo 35 años, fue el más joven de los fallecidos. La muerte de Orlando González también tiñó de luto La Pola de Gordón, donde vivía con su madre. El único de los fallecidos del accidente del Pozo Emilio del Valle que no era de la provincia de León fue José Luis Arias, un asturiano casado y con dos hijos, natural del concejo de Pola de Lena.