
Granjas solares gigantes, campos cubiertos de turbinas eólicas o paneles más modestos fotovoltaicos instalados sobre los techos de las viviendas: el desarrollo de las energías renovables en el mundo prosigue con un ritmo que contrasta con el atascamiento de las negociaciones climáticas destinadas a fijar la hoja de ruta hacia una economía descarbonizada.
Las inversiones realizadas en las energías verdes aumentaron en un tercio en 2010, llegando a 211 mil millones de dólares, según el balance establecido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El informe, titulado “Tendencias Mundiales de la Inversión en Energías Renovables”, subraya que en el transcurso de los últimos seis años los capitales dirigidos a este sector se multiplicaron por 6. Las energías renovables, si se incluye entre ellas a la hidroeléctrica, están casi a la par de las energías fósiles, con 84 gigawatts (GW) de nuevas capacidades de producción de electricidad financiadas en 2010, contra 92 GW para el carbón, el gas y el petróleo y 5 GW para la industria nuclear. El desempeño, sin embargo, dista de ser suficiente para frenar el avance del mercurio en el termómetro del clima planetario. Habría que invertir del orden de 440 mil millones de dólares al año, entre 2010 y 2015, para “bloquear” en 2ºC el aumento de las temperaturas de aquí a fines de siglo, según trabajos recientes publicados igualmente por la ONU.
ROL DECISIVO
El panorama elaborado por el PNUD destaca por primera vez el predominio de los países en desarrollo en la carrera por las nuevas energías. China, con cerca de 50 mil millones de dólares en nuevas inversiones realizadas en 2010, se aleja de todos los otros países (incluido Estados Unidos, con 29,6 mil millones de dólares), pero el informe insiste en el hecho de que la dinámica beneficia al conjunto de las regiones en desarrollo. Con 3,6 mil millones de dólares, África multiplicó por cerca de cinco veces el monto de los capitales recibidos en 2010. Egipto y Kenya son los principales beneficiarios. Un centenar de estados han puesto en práctica políticas de apoyo a las energías renovables, fijando en algunos casos objetivos en cifras.
Más de la mitad de ellos son países del Sur. En cambio, Europa parece estar pagando las estrategias fluctuantes de sus miembros: las inversiones registran una caída de 22%. “Las políticas públicas juegan un papel decisivo, para bien y para mal”, señalan los autores del informe. La energía eólica sigue atrayendo, y por lejos, lo esencial de los grandes proyectos de inversión, pero asistimos también a una difusión más amplia de pequeñas unidades de producción de electricidad. La campeona absoluta de esta categoría es Alemania, donde en 2010 se gastaron cerca de 35 mil millones de dólares en paneles fotovoltaicos, haciendo de este país el primer mercado mundial. “Se acerca el momento en que las energías renovables se convertirán en la opción eléctrica predominante”, concluye con optimismo el PNUD.
Fuente: La Nación (Chile)
948 lecturas | Ver más notas de la sección Medio Ambiente